Abraza al país con su solidaridad

El maestro Yo-Yo Ma llegó el sábado a la Sala René Marqués, del Centro de Bellas Artes, arropando con abrazos a todos los que se encontraba a su paso. Con una sonrisa cándida y voz pausada, el gran chelista participó del conversatorio "El poder revitalizador de la cultura", auspiciado por su The Bach Project, World Central Kitchen y Fundación Flamboyán.
Se esperaba que el maestro fuera el gran orador de la mañana, pero surgió todo lo contrario. Se dedicó a escuchar y a hacer preguntas, demostrando una vez más su grandeza, la cual rehúye de cualquier actitud egocéntrica.
Yo-Yo Ma conversó con la directora ejecutiva del Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico (MAC), Marianne Ramírez Aponte, a quien elogió por la labor que realizó la institución antes, durante y después del huracán María.
Ma, quien se encuentra en la isla como parte de su gira The Bach Project, la cual ha llevado a 36 países, reconoció desde el inicio la "resiliencia y el coraje" del pueblo de Puerto Rico después del devastador huracán, pero quiso saber qué pasará de ahora en adelante.
"Mi esperanza es sencilla, ¿qué podemos hacer juntos que no podemos hacer solo? Todos han hecho un trabajo extraordinario, pero ahora hay una serie de problemas como la educación escolar, la educación universitaria. Si te diría ‘te doy lo que sea para que ayudes al país, ¿qué harías?", le cuestionó Ma a la directora ejecutiva del MAC a modo de provocación.
Ramírez le dio vuelta a la pregunta para responder que una de las cosas fundamentales es crear una contra-narrativa a la que ofrece, por ejemplo, el gobierno. Esa narrativa, agregó, la han construido fundamentalmente los artistas.
Ma coincidió con Ramírez señalando que es hora de construir y usar narrativas que envíen un mensaje sobre "quiénes somos". "Ahora hablo como puertorriqueño honorario", comentó con una amplia sonrisa. "Ustedes tienen una identidad tan fuerte, pero es necesario que el resto del mundo sienta eso".
El chelista también enfatizó en la importancia de que personas de diversas disciplinas se unan a través del arte. A modo de ejemplo, destacó a los estudiantes del Coro de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Cayey, que lo acompañaron en el concierto. "La mayoría de los estudiantes que componen el coro no estudian arte sino biología y psicología. ¡Eso es maravilloso! El arte une gente diversa y da la oportunidad de entendernos unos a otros. Y eso se da a través de la experiencia y de experimentos", dijo.
La directora del coro, Amarilis Pagán, agradeció al maestro por la oportunidad brindada a sus estudiantes, toda vez que resaltó lo vital que son las humanidades para la juventud. Irónicamente, dijo, esa educación humanística sigue alejándose de los currículos en las escuelas del país y de la Universidad de Puerto Rico.
Yo-Yo Ma y la directora ejecutiva del MAC coincidieron en el rol fundamental que juega esa educación humanística para construir un mejor futuro para el país.
Eduardo Arosemena Muñoz, presidente de la Junta de Directores del Instituto de Cultura Puertorriqueña y del Centro de Bellas Artes de Santurce -único representante de gobierno en la actividad- indicó que la cultura se ha visto afectada principalmente por los recortes de la Junta de Supervisión Fiscal, y solicitó al maestro que levante su voz a favor de la permanencia del National Endowment for The Arts, que beneficia la cultura puertorriqueña.
Melanie Cobb, profesora de música de la Universidad del Sagrado Corazón, fue de las pocas que le preguntó al artista sobre su proyecto del compositor Bach, cuestionándole qué lo hace tan universal. La respuesta de Ma fue que la música de Bach representa empatía; la condición humana. "Digo que Bach es como un tío con el que tienes cierta distancia, pero con quien te puedes sentar a conversar porque te va a escuchar de manera objetiva", dijo, toda vez que precisó que Bach es una especie de "ayudante" para llegar al corazón de la gente.
La profesora y teatrera Rosa Luisa Márquez, la actriz y productora Alfonsina Molinari, el doctor Jaime Claudio, la animadora y motivadora Lili García, así como la escritora Mayra Santos-Febres fueron otras figuras que compartieron impresiones con el artista.
"Voy a cambiarle el nombre de Puerto Rico a Puerto We Can. Creo que ustedes tienen la respuesta, y si no las tienen, las pueden crear", finalizó ante el aplauso sonoro de los presentes. Al despedirse, volvió a extender sus brazos para seguir abrazando a quien se encontrara a su paso.
Entre los oradores invitados al conversatorio destacaron el chef José Andrés, el padre de Lin-Manuel Miranda, Luis Miranda, y el gestor cultural José "Fofito" Morales.