El incentivo por la protección forestal

Alrededor de 470.000 hectáreas de bosques en el país son usadas como plantaciones comerciales de madera, de las que solo una pequeña proporción está destinada a la industria papelera. Este es el caso de Smurfit Kappa, empresa dedicada a la producción de empaques de cartón corrugado,cuenta con más de 68.000 hectáreas de patrimonio forestal, de las cuales 43.000 son destinadas a las plantaciones forestales y 22.000 son bosques naturales conservados. Según los expertos, las plantaciones forestales comerciales de donde proviene la fibra de madera tienen certificaciones internacionales que garantizan su manejo ambiental responsable. "Contrario al imaginario, el consumo de papel incentiva la protección de los bosques naturales. Por cada árbol que se utiliza para hacer papel se plantan en promedio otros 3 o 4. Esto convierte al sector en el primer reforestador a nivel nacional y promotor de la silvicultura responsable en el país", indica el más reciente informe de sostenibilidad de la Cámara de la Industria de Pulpa, Papel y Cartón de la Asociación Nacional de Industriales (Andi). Y es que los cultivos forestales comerciales que proveen de pulpa virgen al sector, cuentan con planes de manejo responsable de las fuentes de agua, los bosques naturales y la biodiversidad. Pensados en pro del planeta La industria papelera aporta los tres pilares de la sostenibilidad: en lo económico, con una participación como cadena del 4,6 por ciento del Producto Interno Bruto industrial; en lo social, con inversiones para mejorar las condiciones de la población de áreas de influencia; y en lo ambiental, con el uso eficiente de los recursos y el compromiso con las generaciones futuras. En este sentido, Isabel Cristina Riveros, directora de la Cámara de la Industria de Pulpa, Papel y Cartón, asegura que, como cadena de papel, el sector generó más de 40.000 empleos directos en 2017; invirtió, en el mismo año, más de 12.000 millones de pesos en programas en beneficio de las poblaciones de influencia e implementó procesos que generan cada vez un menor impacto en el ambiente. Como el caso de la empresa Carvajal Pulpa y Papel S.A., que, gracias a su proyecto de aireación en una de sus plantas, logró reducir el indicador de Demanda Biológica de Oxígeno (DBO) de 2,4 a 1,4 kilogramos por tonelada de papel, lo cual sitúa a la organización en un nivel 15 veces por debajo del límite máximo legal vigente en la concentración exigida en este parámetro. De igual manera, el Grupo Familia adelanta un plan de conservación del humedal La Tingua Bogotana, ubicado en las instalaciones de la Planta Cajicá de la empresa, que incluye jornadas de sensibilización con residentes de la zona para generar consciencia sobre la importancia de su conservación.