"Era un estudioso del bateo"

Detrás del plato, en cuclillas, el exreceptor Iván Rodríguez pudo apreciar la grandeza de Edgar Martínez y sus habilidades como bateador en las Grandes Ligas.
Rodríguez, considerado el mejor receptor en la historia del béisbol, tuvo la oportunidad de ver a Martínez cuando ya el doradeño estaba dando señales de ser un bateador legendario.
El exreceptor, exaltado al Salón de la Fama del béisbol en el 2017, coincidió con Martínez a partir del 1991 cuando debutó a los 19 años en las Grandes Ligas. A partir de ese instante, "Pudge" pudo ser testigo de los difícil que resultaba enfrentarse a su compatriota en el plato.
"Edgar siempre fue un bateador muy respetado en las Grandes Ligas", dijo Rodríguez en entrevista con El Nuevo Día para conversar sobre la exaltación de Martínez el próximo domingo.
"Cuando jugábamos contra Seattle y había una situación con gente en posición de anotar, el último bateador que yo quisiera ver allí era él".
Esa apreciación tiene mucho crédito viniendo de Rodríguez, quien fue un estudioso de los bateadores a través de sus 21 años de carrera en las Mayores. El hoy retirado jugador se reitera en señalar que "Edgar no tenía muchas debilidades en el home".
"Tenía buen control de bate. Para mí, uno de los mejores bateadores inside out (de adentro hacia afuera). Le tirabas sinker para adentro y metía las manos bien potentes para el área right center con mucha autoridad. Y si le tirabas hangueado te la sacaba del parque", recordó Rodríguez, quien enfrentó en numerosas ocasiones a los Mariners como jugador de los Rangers de Texas.
Martínez castigaba a los lanzadores contrarios por igual. De por vida, el doradeño promedió .308 con 228 jonrones y 951 remolcadas contra los derechos. Versus los zurdos lo hizo para .322 con 81 jonrones y 310 remolcadas.
Puro veneno ante Texas
En tanto, contra los Rangers, equipo con el que Rodríguez jugó por 13 temporadas, Martínez promedió .301 con 29 jonrones y 111 impulsadas.
"Los números lo dicen. Te dice que la producción ofensiva fue impresionante. Cuando jugábamos contra ellos, el scouting report nos decía que si no teníamos que pitchearle a Edgar, vamos a ponerlo en primer base para que no nos haga daño", recordó.
Rodríguez tuvo palabras de elogio para Martínez, con quien también tuvo la oportunidad de jugar por varios años en el béisbol invernal puertoriqueño.
Un jugador disciplinado
Pero lo más impresionante que tenía Martínez era su disciplina y su capacidad para establecer su plan de trabajo.
"Como persona fue tremendo. Fue especial. Tremendo amigo. En el parque era una persona seria. No hablaba mucho. Muy concentrado en su trabajo y en sus turnos al bate y por eso era que producía tanto porque era un estudioso del bateo", rememoró.
"No era una persona que cogía sus turnos y se sentaba en dugout esperando que viniera su próximo. Se iba para adentro a estudiar el turno que acababa de tener, el juego, iba pitcheo por pitcheo y se preparaba para el otro. Esa era su manera de jugar, de ser bateador y por eso fue un gran bateador", sentenció.