Fallece Germana Ferrari, viuda y albacea de Matta

"Yo nunca pienso, porque así soy libre", declaró alguna vez en estas páginas Germana Matta Ferrari, la última esposa de Roberto Matta, quien falleció ayer en Italia, según un comunicado del alcalde de Tarquinia, ciudad donde residió junto al artista desde la década de los 60.
En 1968 contrajo matrimonio con el pintor y de esta relación nació la menor de las hijas de Matta, Alissé.
Tras la muerte del artista, Ferrari asumió como albacea de su obra, realizando donaciones y apoyando exposiciones en diferentes lugares del mundo; entre ellas, la más importante muestra dedicada a Matta en Europa, en el Museo Cantini de Marsella, en 2013.
Germana Ferrari se caracterizó por cuidar con esmero a su marido y su carrera. Con esa actitud defendió también sus obras, por lo que raras veces permitía fotografiarlas: "No quiero que la luz se coma al cuadro. Acabo de prestar unos pasteles de la serie 'Don Qui', y los colores perdieron intensidad. Tendré que restaurarlos", reclamaba en 2011. Y aseguró entonces: "Matta pintaba como si sus manos fueran alas de colibrí, muy livianamente, mezclaba los colores en la propia tela y ponía pocas capas de pinturas. Son obras frágiles".
Pese a aquella férrea defensa de la obra, fue criticada por los hijos y cercanos del pintor por no haber permitido realizar un catálogo razonado de la producción de Matta, que incluyera pinturas externas a la colección dejada por el artista a Germana. Esto, se dice, ha facilitado la falsificación de algunas de sus obras.