Autoridades eclesiásticas aguardan que el Ministerio de Salud avale la reapertura de actividades religiosas; de acuerdo con el cronograma eso ocurriría el 21 de junio.
La Conferencia Episcopal de Costa Rica (Cecor) tiene listo el protocolo para retomar las misas y actividades religiosas en templos, en medio de la pandemia de covid-19.
Ahora, las autoridades eclesiásticas esperan el aval del Ministerio de Salud para retomar las misas con presencia de fieles el 21 de junio, según el cronograma de reactivación de actividades elaborado por esa institución.
Los lineamientos fueron enviados a todos los párracos del país para que preparen las medidas y aseguren el cumplimiento de las indicaciones para evitar contagios del nuevo coronavirus en templos.
Las misas presenciales se mantienen suspendidas desde el 18 de marzo pasado, previo acuerdo entre las autoridades sanitarias y religiosas.
A raíz de esa situación y ante la falta de colectas, las parroquias suspendieron contratos laborales y redujeron jornadas a trabajadores. Los pagos o estipendios a curas también se vieron afectados, según reconoció la Conferencia.
¿Cómo sería la nueva normalidad en las iglesias?
1. Solo abrirían los templos grandes de cada una de las ocho diócesis nacionales y solo se permitiría la presencia de 75 fieles en cada misa.
"Cada parroquia se organizará para garantizar que solamente ingresen esa cantidad de personas. Para ello, habría distintas maneras de hacerlo: mediante levantamiento de listas por vía telefónica o WhatsApp y, de seguro, mediante la caridad cristiana y comunicación entre fieles, grupos apostólicos y demás colaboradores", indica el documento firmado por el arzobispo de San José, José Rafael Quirós.
Otra de las opciones descritas, es que se emitan tiquetes a manera de entrada. Unicamente los feligreses que tengan un tiquete podrán entrar al templo.
2. Solo podrán sentarse dos personas por banca, con la excepción de que se trate de burbujas sociales, es decir, personas que convivan en el mismo hogar.
Además, se clausurarán con cinta amarilla una banca de por medio, para guardar el 1,8 metros hacia los lados, adelante y atrás.
3. No habrá filas para comulgar. Por el contrario, los sacerdotes se acercarán a los extremos de cada banca para dar la comunión, con el apoyo de dos ministros extraordinarios.
Además, la hostia se entregará directamente en la mano de los creyentes y se omitirá el tradicional saludo de la paz.
4. Los fieles no podrán cantar. Esto porque podrían lanzar pequeñas gotas de saliva más allá del 1,8 metros.
"De momento, el canto será entonado únicamente por quien o quienes lo animan", señala el protocolo.
5. No habrá más de dos celebraciones de lunes a sábado en una misma parroquia. Las últimas eucaristías entre semana se realizarán a las 7 p. m.
En cambio los domingos, "se podrían multiplicar las celebraciones, dependiendo del número de sacerdotes por parroquia", señala el documento.
Para eso, se deberá garantizar la desinfección adecuada de los templos entre una y otra celebración.
6. Los fieles con algún tipo de síntoma no podrán ingresar a los templos. El Ministerio de Salud ha insistido a esas personas que no salgan de sus casas.
Además, la Iglesia pedirá a adultos mayores y personas con factores de riesgo no asistir a las celebraciones religiosas. Al igual, solicitará a los padres de familia no llevar a menores de 12 años.
"Se dispensa del precepto dominical a los adultos mayores y personas con algún factor de riesgo, quienes podrán seguir las transmisiones de la santa eucaristía a través de los medios de comunicación", señala el documento.
7. La confesión quedará restringida únicamente para casos de extrema gravedad o verdadera necesidad.
8. La unción de los enfermos se reservará solo a casos de extremo peligro de muerte de un creyente. "Si se tratara de un fiel enfermo con covid-19, se extremarán los cuidados para el ministro sagrado, de conformidad con los protocolos que exijan las autoridades médicas y sanitarias".
9. Los bautizos y matrimonios podrán celebrarse con la participación mínima de familiares.
10. Los entierros solo podrán celebrarse con la presencia mínima de familiares.
Si fuera un difunto a causa del nuevo coronavirus, el cadáver contenido en la doble bolsa de embalaje podrá introducirse en un féretro normal y será sellados con clavos por parte del personal de las funerarias que entregan el cuerpo, como lo ha establecido Salud.
De acuerdo con el protocolo para funerarias y entierros, no podrá abrirse el ataúd o sacar el cuerpo de la bolsa. La inhumación deberá realizarse en un lapso no mayor a 24 horas desde el momento del fallecimiento.