Muere el filósofo chileno Héctor Carvallo
Nacido en 1928, falleció el sábado por covid-19. Recordado por su traducción de la "Metafísica" de Aristóteles, fue parte de la generación de Vial Larraín, Rivera, Giannini, Rivano, Gómez Lasa, Cordua y Torretti, entre otros connotados filósofos locales.
Se nos ha ido un gran maestro de filosofía, Héctor Carvallo, primero profesor de la Universidad de Valparaíso y de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y luego de la Universidad de Chile. Con el profesor Carvallo uno tenía como alumno el privilegio de ir al fondo de las cuestiones filosóficas que se estuvieran analizando y discutiendo. Si bien esto ocurría dentro del aula, con mucho más fuerza sucedía luego fuera de ella, donde las conversaciones solían extenderse por horas. Y como durante gran parte de su vida Héctor fue peatón y se desplazaba en la locomoción colectiva, con el objetivo de continuar esas conversaciones, uno como alumno solía acompañarlo hasta su misma casa.
Que hable Platón
Estos testimonios no son solo personales, sino también de muchos alumnos y colegas de Héctor. En los 90, cuando ya hacía algunos años se había cambiado de las universidades de la Quinta Región a la Universidad de Chile, se hacía notar un séquito de los más destacados alumnos de pregrado del Departamento de Filosofía que lo seguía con devoción en la realización de todos sus cursos. Incluso de ello surgieron invitaciones que se le hicieron a la realización de jornadas fuera de Santiago. Asimismo, durante varios años tuvimos la ocasión de integrar con Héctor seminarios filosóficos privados en distintas casas particulares junto a los profesores Jorge Eduardo Rivera, Juan de Dios Vial Larraín, Jorge Acevedo y Fernando Zavala, en los que el tema era la lectura e interpretación de diversos textos de Martin Heidegger. En todas estas actividades, Héctor destacaba no solo por su notable capacidad de intuición filosófica, sino también por su dominio de las lenguas clásicas (especialmente del griego) y del alemán.
De los tantísimos recuerdos que permanecen en nuestros corazones, quisiéramos destacar un curso que impartió sobre un diálogo platónico en la Universidad de Chile. Nuestro querido maestro caminaba por la sala con el texto griego y comenzaba a traducir una y otra vez algún pasaje. Lo embestía con dulzura y coraje, intentando sacar el tesoro escondido ante nuestros ojos. Los alumnos observábamos el esfuerzo pensante del profesor Carvallo por hacer hablar en nuestra lengua a Platón, hasta que, de un momento a otro, se presentía que la traducción ya estaba a punto de parir y, en un acto de arrobamiento, sus alumnos aplaudían la belleza del pensar ahí presente.
No podemos dejar de agregar aquí ese notable rasgo de su personalidad que, podríamos decir, correspondía a la humildad. Esto se refleja en sus escasísimas publicaciones. Si bien la Editorial Rowohlt publicó su traducción del griego al alemán de la "Metafísica" de Aristóteles, que emprendiera con Ernesto Grassi, llama la atención que, no contento con ella, siempre tuvo la intención de publicar una versión más acabada de la obra del estagirita, y por más que alumnos, colegas y amigos intentáramos persuadirlo de que diera paso a la publicación, esto nunca sucedió. Él mismo, en este sentido (y a semejanza de Sócrates), se autodenominaba "filósofo ágrafo" o, para decirlo al modo del "Fedro" de Platón, su intención siempre fue: "Escribir en el alma del que aprende".