Abierto de Palermo: el anti déjà vu de La Natividad-Monjitas y el homenaje de La Irenita II (no a Maradona)

Un año atrás, La Natividad provocaba uno de los mayores impactos en muchos años en Palermo, al conseguir dos triunfos contra rivales superiores sobre cuatro actuaciones y llenar las gradas de la cancha 2. Ahora, los chicos Castagnola volvieron a ese escenario, tras debutar el lunes en la 1 en este Campeonato Argentino Abierto, y a punto estuvieron de saborear, pero amargamente, lo que ellos provocaron en otros en 2019: La Natividad-Monjitas (36 goles de handicap) debió recurrir a un chukker suplementario para doblegar a La Irenita II (29), por 15-14, y evitar el primer cimbronazo grande del torneo.
¿Qué pasó? Que uno jugó por debajo de lo esperado, que el otro rindió más que lo previsto y que le fue cobrada una gran cantidad de infracciones (14 contra 6) más al equipo verde, al punto de que Pablo Pieres se quedó hablando con los jueces y gesticulando durante los saludos posteriores al partido, pocos segundos después de que Bartolomé Castagnola (h.) consiguiera el gol de oro en el arco de la calle peatonal.
Salvo en el 0-1, nunca fue perdiendo el conjunto de los Castagnola y Polito Pieres, pero tuvo vaivenes. Llegó a ponerse 8-3 y 13-8, y sin embargo La Irenita II remó y remó hasta el 14-14. Hasta tuvo una gran chance de ganar, con un ataque de Pedro Falabella que Santiago Loza corrigió con un tiro apurado ante los mimbres del tablero: la bocha se fue cruzada afuera por unos centímetros. Ya eran los primeros segundos del período extra, ya había gol-gana. Y terminó haciéndolo del otro lado, dos minutos después, Barto Castagnola.
El número 3 y su hermano menor, Camilo, fueron debutantes estelares el año pasado en el Argentino Abierto. Asombraron y gustaron a todos. Ahora con otro compañero (Pieres), la estructura caballar de Monjitas y un handicap 8 goles más alto (tenían 28), sufrieron demasiado ante tres polistas que jugaban su apenas segundo partido en el mejor certamen del mundo. Loza, Falabella y Tomás Fernández Llorente (h.) impresionaron con sus rendimientos, con la particularidad de que el primero venía de una breve hospitalización por un accidente en una práctica, sucedido el miércoles en Cría Yatay.
Compacto del triunfo de La Natividad-Monjitas
Y estuvieron cerca de vencer no sólo por ese remate apenas desviado de Loza, sino también porque el propio número 1 desperdició cuatro penales de 60 yardas. Con cualquiera que hubiera acertado, no se habría derivado en el período extra y Palermo habría tenido su primer sorpresón. Habría sido un magnífico homenaje a Jorge Mac Donough, el creador de la cría de caballos La Irenita, en el día de su 76º cumpleaños.
Y habría sido también la consecuencia de un rendimiento de La Natividad-Monjitas que no terminar de despegar en 2020. Hasta ahora entregó mucho menos que lo esperado, con derrotas claras frente a los mejores y triunfos cortos sobre los más débiles. Y un juego más lento, menos fluido, que el que en 2019 completaban Ignatius Du Plessis y quien ya no está en el cuarteto, Matías Torres Zavaleta.