Destacan los aportes de la banca comercial local

Cada empleo en el sector bancario hace factible alrededor de 15 empleos indirectos, uno de los multiplicadores más importantes en el escenario económico local luego de las actividades petroquímica, de combustible y manufactura, según detalla un análisis de la firma V2A Consulting, comisionado por la Asociación de Bancos de Puerto Rico (ABPR).
Según el estudio de V2A, que lleva por título "La contribución socioeconómica del sector bancario en Puerto Rico", los bancos comerciales —que hasta el año pasado, empleaban unas 13,500 personas— son el segmento del sistema financiero con mayor regulación. Sobre todo, a pesar de que custodia la mitad de los activos del sistema, es el segmento que más impuestos paga al erario.
De igual forma, los bancos figuran entre los contribuyentes que más dinero aportan al Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM).
Según la lectura de V2A, la aportación de la banca al erario mediante el pago de contribución sobre ingresos es prácticamente 20 veces más que otras actividades financieras que también pagan impuestos como las compañías de financiamiento, arrendamiento e hipotecarias.
Aunque las entidades financieras y las entidades bancarias internacionales (EFIs y EBIs) custodian el 35% de los activos del sistema financiero de Puerto Rico y las cooperativas de ahorro y crédito custodian otro 6% de ese universo, estas actividades no pagan contribución sobre ingresos por las ganancias que generan.
El análisis de V2A expone que en el 2019, en conjunto, los seis bancos comerciales con presencia en Puerto Rico pagaron $96.1 millones en contribución sobre ingresos al Departamento de Hacienda o alrededor del 5% de la contribución corporativa. El segundo segmento financiero que más pagó en impuestos ese año fueron las compañías de arrendamiento, que solo pagaron $6.4 millones. Además, los bancos pagaron unos $63.7 millones en impuestos al CRIM.
De otra parte, en el 2019, la banca compró alrededor de $587 millones en bienes y servicios, en su mayoría, vinculado a tecnología, así como servicios profesionales, mercadeo y mantenimiento de inmuebles, entre otros.
El análisis de V2A, fue dado a conocer ayer por Roberto Jiménez y Xavier Diví, ejecutivos de la firma y quienes mostraron el panorama del sector bancario de Puerto Rico en los pasados 25 años y diezmado por la especulación inmobiliaria y el disloque de la actividad económica, pero mejor capitalizado para capear dos huracanes hace tres años, los terremotos de inicios de año y la pandemia del coronavirus.
La capitalización de la banca es tal que prácticamente duplica el indicador en otras jurisdicciones estadounidenses. Se trata de una disponibilidad de recursos que choca con la falta de demanda por crédito en la isla y una población que envejece, admitió Zoimé Álvarez, vicepresidenta ejecutiva de la ABPR.
Durante una sesión informativa de la ABPR y la prensa, Álvarez explicó que la organización quiso aquilatar el peso que juegan los bancos comerciales y tener tal información como punto de partida, tanto para la discusión de legislación futura como para encarar otras realidades como la brecha de la población que continúa sin acceso a servicios financieros.