Martes, 22 de Octubre de 2024

Poca la resistencia a la vacuna

Puerto RicoEl Nuevo Día, Puerto Rico 10 de marzo de 2021

La demanda por la vacuna contra el COVID-19 en Puerto Rico sigue siendo más alta que la cantidad de dosis disponibles, y casi no hay resistencia a inocularse entre la ciudadanía en la isla, según la experiencia de entidades y profesionales que han participado en el proceso

La demanda por la vacuna contra el COVID-19 en Puerto Rico sigue siendo más alta que la cantidad de dosis disponibles, y casi no hay resistencia a inocularse entre la ciudadanía en la isla, según la experiencia de entidades y profesionales que han participado en el proceso.
"Después que oí todos los beneficios que había, decidí vacunarme. Esta pandemia, esto está bien feo. Yo tengo mi esposo encamado, tengo que cuidarlo también. Tengo que protegerme yo y protegerlo a él", relató Esther Rivera, de 78 años, a El Nuevo Día, luego de recibir la vacuna en el Centro Cultural Yolanda Guerrero, en Guaynabo, donde la Coalición de Vacunación VOCES lideraba un evento como parte del llamado VacuTour, en coordinación con el Departamento de Salud.
Allí, se administrarían ayer 700 segundas dosis y 200 primeras dosis.
Entre las decenas de adultos mayores que esperaban su turno, estaba Ana Celia Rodríguez, de 65 años. La mujer sostuvo que nunca dudó de acudir a vacunarse. "Todo el tiempo me sentí segura", apuntó.
También, envió un mensaje a quienes pudieran estar dudosos de si acuden o no a vacunarse. "No lo piensen dos veces, hay que pensar no solo en nosotros, sino en las otras personas", aseveró.
Hay una minoría, no obstante, que ha mostrado sus reservas. "El viernes pasado, tuve la oportunidad de dialogar con una dama que no quería vacunarse, una muchacha joven. Me tomó por sorpresa. Ella dice que es un factor religioso, pero cuando me siento a dialogar con ella, no hay base científica para yo sostener su opinión", contó Lilliam Rodríguez, la principal oficial ejecutiva de VOCES, mientras reiteraba su llamado a las personas a vacunarse en beneficio del colectivo. "No nos vacunamos solo por nosotros", planteó.
El doctor Víctor Ramos, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, indicó, por su parte, que, aunque existe un movimiento antivacuna que va más allá del fármaco contra el coronavirus, "el movimiento no tiene la penetración en Puerto Rico que tiene en Estados Unidos". El argumento principal de estos grupos, dijo, son alegados efectos secundarios.
"La realidad es que (la vacuna contra el COVID-19) ha demostrado ser ampliamente segura. La mayoría de la gente quiere vacunarse", aseguró.
Ramos también relató que personas le han planteado argumentos sin base científica. "Alguien me dijo ‘estas vacunas están diseñadas para que todo el mundo se enferme y se muera’, mirándome a la cara seriamente. Hay quien se cree esas cosas", contó el médico, e hizo un llamado a las personas a no creer ni compartir ese tipo de ideas.
más reservas entre jóvenes
El galeno manifestó que la poca resistencia que pueda haber a las vacunas contra el SARS-CoV-2 está más presente entre jóvenes. La población mayor, abundó Ramos, tiene presentes otros contextos de vacunación debido a otras enfermedades y ha desarrollado confianza. "La mayoría de los adultos mayores vienen de la época de otras vacunas, vivieron el polio, la viruela, el sarampión. La gente que no ve esas enfermedades como algo teórico, no tienen ningún problema en vacunarse", dijo.
En los municipios a los que ha llegado el VacuTour, la experiencia ha sido que hay más personas con deseos de vacunarse que dosis disponibles.
El alcalde de Vega Baja, Marcos Cruz, indicó que, en el evento realizado recientemente en ese municipio, se vacunaron 913 personas, mientras el Colegio de Médicos Cirujanos había vacunado unos 80 encamados, y el jueves, la farmacia Walgreens vacunaría otros 500 individuos.
Sin embargo, advirtió que "la población mayor de 65 años o más de Vega Baja ocupa la posición número 15 en términos poblacionales en Puerto Rico". Todavía nos queda trabajo por realizar", expresó Cruz.
"En cuanto a personas que han expresado sus reservas, algunos son por razones religiosas", dijo. Otros confían en que una inmunidad de rebaño -cuando alrededor del 80% de la población esté vacunada- les extendería protección. "Han sido los menos, son más los que preguntan cuándo les toca", sostuvo.
Esa también ha sido la experiencia de la alcaldesa de Loíza, Julia Nazario. Allí, más de 2,500 personas se han vacunado, mientras el municipio lidera la iniciativa de vacunación a encamados. "Hoy (ayer), terminó la primera ronda que fueron 225", contó. Habrá una segunda ronda para vacunar a otros 150 encamados. "En Loíza, todo el mundo se quiere vacunar", afirmó la alcaldesa.
En Morovis, la alcaldesa Carmen Maldonado catalogó como exitoso un evento de vacunación masiva la pasada semana, en el que se administraron cerca de 1,100 dosis. "No hemos visto ninguna persona que haya mostrado resistencia a la vacunación", aseguró.
Por el contrario, dijo, "llegaban muchísimas personas a preguntar por qué no se comenzaba (la vacunación) con otros grupos de edades". La alcaldesa indicó que se encuentra en conversaciones con Salud para agilizar un plan para inocular entre 250 y 300 encamados en ese pueblo.

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