Dueños de Molymet apuestan por un pulmón verde en San Bernardo, pese a tentador auge inmobiliario en la zona
Han recibido ofertas y no pocas
Han recibido ofertas y no pocas. Es que el auge inmobiliario en la periferia de la capital -motivado por familias que tras la experiencia de la pandemia buscan vivir en casas con patio y relativa buena conectividad- hace que los desarrolladores de este tipo de proyectos estén a la caza de los cada vez más escasos terrenos aptos para satisfacer esta creciente demanda residencial.
Ubicadas muy cerca de la Ruta 5 Sur y de la estación Nos del Metrotren, en la zona urbana de Nos, las 123 hectáreas que son parte del complejo industrial de Molymet, en la comuna de San Bernardo, cumplen con el perfil para albergar un proyecto residencial. Eso explica las constantes propuestas que la compañía ligada a las familias Anastassiou -Mustakis, Pirola-Gianoli y Matte, y la austríaca Plansee, ha recibido y que sistemáticamente han rechazado.
Según explica John Grael, presidente ejecutivo de la firma -que lidera la producción mundial de renio y tiene capacidad para procesar el 35% del molibdeno a nivel global-, están convencidos de que es posible conciliar los usos industrial, residencial y agrícola del suelo, y para demostrarlo van a usar este terreno, donde hace ya diez años tienen una plantación de nogales orgánicos, cuya producción venden a una supermercadista en Alemania.
El plan de los dueños de Molymet consiste en destinarán estas 123 hectáreas a la preservación ambiental mediante la figura legal del Derecho Real de Conservación (DRC) Medioambiental, el primero de su tipo en esa zona de la Región Metropolitana.
"Al sur de la planta se han instalado muchas viviendas y lo mismo pasó antes por el lado norte y creemos que lo mejor para estas comunidades es que este terreno siga siendo un pulmón verde que ya ha implicado una mejora significativa en los niveles de calidad del aire en la zona", comenta Grael.
El ejecutivo recuerda que hace unos años tuvieron en mente la idea de impulsar en este paño un barrio de la innovación, una especie de Silicon Valley criollo, que consideraba una gran área verde en la que habilitarían edificios pequeños de oficinas para empresas de investigación y tecnología. Este polo empresarial conviviría con el terreno vecino de 30 hectáreas donde está la planta productiva de la empresa y el parque Las Lilas, que es parte originaria de la desaparecida Hacienda Cinco Pinos, donde además de árboles de más de 150 años y esculturas de reconocidos artistas -a las que pronto sumarán una de Federico Assler-, también está la centenaria casona que fue restaurada y adaptada para acoger las oficinas corporativas de Molymet. Pese al entusiasmo, finalmente optaron por concentrarse en el negocio del molibdeno y destinar estas 123 hectáreas a la preservación, que está en línea con la transformación de una firma con chimenea hacia la sustentabilidad, dice Grael.
El DRC establece la obligatoriedad de conservar el patrimonio ambiental de los terrenos, donde la firma ya ha invertido del orden de US$ 50 millones, para mantener de la mejor forma el terreno y habilitar, por ejemplo, sistemas de riego eficiente.
Claro que las intenciones de la empresa van más allá pues, según precisa su máximo ejecutivo, también buscan fomentar la agricultura sustentable no solo con los nogales, sino que también con otros cultivos orgánicos, donde la comunidad tendrá un rol clave. De hecho ya tienen funcionando una iniciativa de huertos familiares, para lo que habilitaron instalaciones y las subdividieron en pequeños espacios que fueron asignados a familias del sector que recibieron capacitación para cultivar distintas hortalizas y autoabastecerse.
La iniciativa ha dado tan buenos resultados, que junto con Alejandra Mustakis están replicándola en la zona de Bajos de Mena al interior de otra instalación de la empresa.
En paralelo, el plan de conservación considera otros proyectos satélites, como la entrega en comodato al municipio de San Bernardo de cinco hectáreas al norte de la planta para habilitar otro parque de acceso público, especialmente para los vecinos del sector Cinco Pinos, y en el que habrá instalaciones recreativas, deportivas y para realizar pícnic.