Patricia Maya añade amor a la obra de Rob Schneider

CIUDAD DE MÉXICO, febrero 4 (EL UNIVERSAL).- Rob Schneider hoy se está inclinando por proyectos con un tono más tenue, alejado del humor para adultos que había manejado en la mayoría de sus filmes.



Así lo ha hecho de la mano de su esposa, la mexicana Patricia Maya, quien se ha convertido en su escritora de cabecera y el ejemplo más reciente es la cinta ¡Qué viaje con papá!, que este fin de semana ya se encuentra en exhibición en salas nacionales.



"Rob ya tenía muchos deseos de hacer una película familiar, quería algo que nuestra hijas pudieran ver, porque las otras no las han visto (risas), hasta que finalmente llegó", relata Patricia Maya a EL UNIVERSAL.



La pareja, quien tiene dos hijas de diez y seis años, no solamente mostrará esta línea en dicho filme (que es además la primera película familiar de Rob), sino que la secuela de Animal ?uno de los principales hits del comediante estadounidense? tendrá también un tono más familiar que el visto hace dos décadas.



"Ahora las películas para niños creo que van empujando más a la violencia, incluso en la más reciente de Minions las escenas de acción son demasiado y nuestra niña de seis años se tapaba los ojos y eso no me latió", dice.



"A Animal, por ejemplo, le vamos a bajar el tono. Claro, es un género para personas grandes, otra audiencia, pero aún así le vamos a bajar. Ahora el personaje es un policía que se va a retirar, pero pasa algo en lo que él sólo puede ayudar", adelanta.



Romance de película



Patricia, yucateca de nacimiento, ha sido parte fundamental en la vida de Rob desde hace 15 años, cuando se conocieron en México mientras él promovía la película El gran Stan.



El flechazo fue inmediato y mutuo, pero no por ello acelerado. Ella tenía una carrera firme en la tv nacional como productora de programas como Cuentamelove y Guerra de chistes, y él era ya era una figura de la comedia americana gracias a las películas Este cuerpo no es mío y Animal.



"Fue querer conocernos y crecer juntos a pesar de la diferencia de edad (26 años). Tardamos en salir, hablábamos a distancia, por correo electrónico; esperamos para casarnos (cuatro años) y tener hijos, lo llevamos todo tranquilo, con calma, ahora estamos con las mismas metas", cuenta.



"Cuando me fui para allá (EU), si uno veía mi currículum decía 80% de inglés y llegando allá me di cuenta de que no era así, a veces hablaba con personas que no eran americanos, que quizá tenían acento de otro país y no les entendía nada. Fue volverme a meter a clases".



Antes de ¡Qué viaje con papá!, ella fue la guionista del programa Real Rob y este año, espera el lanzamiento de Amor es amor, cinta para Paramount+ y que es la primera en español para el estadounidense. En la primera, que cuenta la historia de un padre que pasa por dificultades económicas y desea llevar a su pequeña hija de vacaciones, logró mezclar el humor de ambas culturas.



"Yo quería una comedia con ambos humores, que son diferentes, porque es cierto que los mexicanos nos reímos de lo que le pasa a los demás, de si ya se cayó alguien cruzando la calle".



Para Amor es amor, filmada el año pasado en la Ciudad de México, la también actriz codirigió con su esposo, quien aunque entiende el español, a veces no cuaja las ideas que desea transmitir.



Patricia acepta que hubo un periodo en el que buscaba ser reconocida sin sentir que era la esposa de Rob. Pero llegó el momento en que comprendió que era su ego el que ahí jugaba.



"Dije: 'a quién le importa eso, estoy haciendo lo que quiero, a nadie debo demostrarle nada, es mi vida'. Soy mamá de tiempo completo también, me dedico a disfrutar la vida y a ver proyectos juntos", destaca.