Sábado, 23 de Noviembre de 2024

Alejandro Zelaya deja Hacienda sin lograr un acuerdo con el FMI

El SalvadorLa Prensa Gráfica, El Salvador 19 de julio de 2023

A punto de cumplir tres años como ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya dejó el cargo esta semana, sin haber cerrado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con la reestructuración de la deuda de corto plazo pendiente.

Rosa María Pastrán
A punto de cumplir tres años como ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya dejó el cargo esta semana, sin haber cerrado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con la reestructuración de la deuda de corto plazo pendiente.
Zelaya pasará a representar a El Salvador como director ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), según anunció Casa Presidencial el pasado lunes, en su cuenta de Twitter.
El funcionario asumió como ministro de Hacienda en julio de 2020, tras la salida de Nelson Fuentes. Antes, Zelaya se desempeñaba como viceministro de Ingresos.
En marzo de 2021, Zelaya anunció que el Gobierno de El Salvador estaba negociando un Acuerdo de Servicio Ampliado con el FMI, para un plazo de tres años y por un monto de $1,300 millones.
Según comentó Zelaya en esa ocasión, las negociaciones con el FMI iniciaron desde el que él asumió como ministro. Pero tres meses después de anunciar las pláticas con el organismo, el Gobierno de El Salvador promovió una ley para adoptar al bitcóin como moneda de curso legal.
Tras la decisión, el FMI instó al país a hacer "un análisis muy cuidadoso", ya que la decisión podría implicar "riesgos significativos" e incluso señaló que su adopción costó un 1% del PIB. Según algunos análisis, esta decisión fue la que "enfrió" las conversaciones.
Tras conocerse la noticia sobre el retiro de Zelaya, el economista Luis Membreño describió la situación fiscal del país como un "equilibrio inestable", con una caída en la recaudación (del -0.4 % hasta mayo y con los datos de junio pendientes de publicar), con una deuda de corto plazo que acumula un saldo de casi $3,000 millones -sin una salida a la vista- y con el cierre de los mercados internacionales.
"A pesar que pagaron los bonos (2023 y parte del 2025) y que mejoraron el riesgo, todavía es imposible colocar los bonos a las tasas que tendrían que colocarlos en este momento que sería entre 15 y 20 por ciento de tasa de interés. Eso limita lo que se pueda conseguir afuera", resume el economista. El riesgo país de El Salvador, medido por el EMBI, alcanza un 10.48%, a lo que se suma la tasa de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos.
"Como no tienen el programa con el Fondo, no pueden acceder a fondos del Banco Mundial, del BID y del Fondo Monetario Internacional. Tiene que pagarle al Fondo Monetario Internacional lo que les prestó en 2020 para la crisis", añadió Membreño. En abril del 2020, el FMI le aprobó un crédito de $389 millones a El Salvador para "enfrentar la urgente necesidad de balanza de pagos derivada de la pandemia y dirigir fondos rápidamente a los sectores más afectados del país, incluido el sistema de salud", según un comunicado que emitió el organismo.
Durante el período en que Zelaya estuvo al frente de Hacienda, uno de los puntos que más captó la atención de las calificadoras de riesgo y de analistas fue el vencimiento del bono 2023. La gran incógnita era cómo el Gobierno de El Salvador iba a afrontar el pago de $800 millones en medio de una situación fiscal complicada.
La repuesta llegó en julio del año pasado, cuando el Gobierno anunció que saldría al mercado para comprar parte del bono 2023 y del 2025. Semanas más tarde, la administración Bukele anunció una nueva recompra. Luego de estas operaciones, el Gobierno canceló el bono 2023 y tiene pendiente el pago de $347 millones del bono del 2025.
Otra de las estrategias fiscales del Gobierno fue el canje de la deuda previsional, lo cual le permitirá ahorrar en el pago de capital e intereses por los certificados emitidos por cuatro años. Según Membreño, solo en lo que respecta a pago de intereses, el Gobierno dejará de pagar $574 millones, pero el problema es que el monto se irá acumulando en estos años, por lo que el saldo rondará los $2,300 millones cuando venza ese plazo.
Recientemente, la Asamblea Legislativa aprobó una norma para emitir títulos por $1,000 millones para reconvertir la deuda de corto plazo a largo plazo.
El problema, según economistas consultados por LA PRENSA GRÁFICA, es ¿quién los va a comprar? Encontrar alternativas será una tarea del nuevo ministro de Hacienda, Jerson Posada.
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