Miércoles, 30 de Octubre de 2024

¿En qué consiste la sedación paliativa y en qué circunstancias puede aplicarse?

ChileEl Mercurio, Chile 21 de noviembre de 2023

Es una opción terapéutica que busca aliviar el sufrimiento de un paciente con una enfermedad avanzada, incurable y con pronóstico limitado, pero que no acelera el proceso de muerte, a diferencia de la eutanasia.

"En vista de que no hay más tratamientos disponibles y pensando en mi calidad de vida; conversando mucho con mi familia y amigos, decidí que me seden para pasar estos últimos momentos en paz y sin sentir los efectos del cáncer destruyendo mi cuerpo".
Estas son parte de las palabras con las que Luis Larraín (42), activista por la inclusión y la diversidad sexual y uno de los fundadores de la Fundación Iguales, se despide en un emotivo video, que durante el fin de semana se compartió en redes sociales, tras su fallecimiento.
Aquejado por un agresivo cáncer a la sangre, Larraín decidió optar por una sedación paliativa, alternativa terapéutica permitida en Chile, que busca aminorar el sufrimiento que provoca una patología incurable, avanzada y en estado de muerte inminente.
"Consiste en la administración de ciertos medicamentos, sobre todo benzodiazepinas, vía subcutánea o endovenosa, para disminuir el nivel de conciencia de una persona que está sufriendo a propósito de algún síntoma que es refractario a los tratamientos habituales", explica Constanza Micolich, docente de Bioética de la U. de Valparaíso y miembro del Servicio de Cuidados Paliativos del Hospital Van Buren de esa ciudad.
Micolich es una de las firmantes de una carta publicada ayer en "El Mercurio" en la que, junto a otras especialistas, buscan aclarar en qué consiste esta práctica médica y, en especial, diferenciarla de la eutanasia. Allí precisan que "la sedación paliativa al final de la vida no es 'ilegal', ni es eutanasia, ni 'eutanasia indirecta' o 'enmascarada'", como se pudo leer en algunos comentarios en internet.
"La gente confundía los conceptos y es importante dejar claro que la sedación paliativa y la eutanasia tienen diferencias importantes en sus objetivos y efectos", enfatiza Sofía Salas, docente del Centro de Bioética de la Facultad de Medicina de la U. del Desarrollo y Clínica Alemana, y otra de las autoras de la carta.
"La eutanasia tiene como objetivo producir la muerte de un paciente de la manera más rápida e indolora posible". En cambio, agrega, la sedación paliativa forma parte de los cuidados paliativos que puede ofrecer la medicina actualmente, "con la finalidad de disminuir o aliviar los síntomas que no responden a otros tratamientos, en enfermedades crónicas, progresivas y con un pronóstico limitado".
Es decir, no acelera la muerte del paciente. Micolich dice que hay estudios que muestran que "el pronóstico de muerte no varía en pacientes sedados y aquellos que no lo fueron".
Los síntomas que habitualmente generan más angustia en los pacientes se refieren a dolor físico intenso, delirium o síndrome confusional agudo (que se asocia con alteraciones cognitivas y del ánimo), disnea o sensación de ahogo, hemorragias, náuseas y vómitos, según detalla Carolina Valdebenito, del Complejo Asistencial Dr. Víctor Ríos, de Los Ángeles, y presidenta de la Sociedad Médica de Cuidados Paliativos.
Valdebenito precisa que otra diferencia con la eutanasia es el tipo de medicamentos utilizados. "En la eutanasia se usan fármacos destinados a producir un paro cardiorrespiratorio; en la sedación paliativa se utilizan medicamentos similares a los usados en procedimientos ambulatorios, como una endoscopía, para generar un estado de inconsciencia".
Por ello, precisa, puede haber distintos grados de sedación, según el síntoma o dolor que se quiere controlar. Incluso, "hay pacientes que pueden entrar en sedación y luego salir, según su evolución. No es irreversible", dice Valdebenito.
Poco habitual
Aunque la sedación paliativa está disponible hace unas tres décadas en el país, tanto a nivel público como privado -inicialmente para pacientes oncológicos y, desde 2021, para cualquier enfermedad terminal o limitante de la vida, como parte de las garantías GES de alivio paliativo-, las especialistas concuerdan en que no es frecuente su uso. "En 25 años creo que en mi unidad hemos ayudado a unos cien pacientes", comenta Valdebenito, quien agrega que sí fue común utilizarla en pacientes con covid-19, durante la pandemia.
En parte, este bajo uso se explica porque "no hay mucho conocimiento de esta opción por parte de los pacientes y es el equipo médico quien debe informarlo cuando cree que es pertinente", dice Micolich.
Aun así, es el paciente y su familia quienes deben aceptar el uso de la sedación paliativa, precisa la especialista. "Hay pacientes que aún en conocimiento de esta opción quieren vivir de manera consciente esos momentos finales. Es importante que el paciente no se sienta presionado a tomar una decisión".
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