Columna de APPCU: Una visión válida, también se alquila
Pretendemos referirnos al rol determinante que debería jugar el alquiler en políticas de vivienda.
En 2018-19, alrededor de un quinto de los hogares uruguayos alquilaba su vivienda, una proporción que como lo dice la CAF sitúa a Uruguay en la mitad de la tabla de la región y debajo del promedio de países de la Unión Europea. En una primera respuesta, rápida, uno se mostraría proclive a pensar que, en los países desarrollados, habría mucho más propietarios que arrendatarios y la cosa no es tan así.
Obviamente y volviendo a nuestro país, muchos alquilan por no tener recursos para comprar y no tener las garantías suficientes para acceder a un préstamo bancario y pagar una cuota.
En ese contexto sería esperable que el alquiler fuera más común entre los hogares de menores ingresos. Sin embargo, no es tan lineal. La proporción de hogares que alquilan es dos puntos menor en el primer quintil de ingresos que en el último. Sucede que en los sectores de bajos ingresos, no solo es inviable comprar, sino también se torna difícil alquilar.
Ingresos bajos, inestabilidad e informalidad laboral dificultan el acceso al alquiler y de allí a morar en un asentamiento, hay un paso. Cierra, sin duda. Es por ello que los asentamientos han crecido pese a que ahora con el programa AVANZAR tenderían a disminuir...
En países con mayor ingreso por habitante, en Europa y USA, el alquiler cumple un rol fundamental en las políticas de vivienda, mientras que en América Latina el sesgo ha sido hacia la propiedad, sobre todo vivienda nueva, dejando de lado el alquiler como opción, aunque esta postura estaría virando.
Hoy la rotación de empleos es más normal, la estabilidad en las parejas no luce con la consistencia de otrora, la juventud se independiza y no quiere estar atada a una propiedad y un barrio por siempre, todos aspectos que están incidiendo para que el alquiler recobre vigencia.
En países desarrollados como Nueva Zelanda, Gran Bretaña, Finlandia y Holanda las transferencias del Estado para ayudar a los hogares a pagar el alquiler alcanzan a más del 10% de la población. En USA alrededor de 2 millones de hogares de bajos ingresos reciben algún tipo de ayuda del gobierno para pagar el alquiler de su vivienda.
Otro aspecto a resaltar favorable al alquiler, es que un problema típico cuando se quiere la calidad de propietario, refiere a que se construyen viviendas en áreas periféricas de las ciudades, donde el suelo es abundante y barato, pero está lejos de la mayor parte de las oportunidades que ofrecen las ciudades. Salud, trabajo, educación, entre tantas.
En el caso de los subsidios para alquiler, su mayor flexibilidad puede permitir a los hogares vivir en áreas más céntricas y con mejor conexión, con todas las ventajas que ello conlleva.
Hay otra razón poderosa, que nuestro querido Julio Villamide siempre hacía hincapié. Subsidiar alquileres es más barato que construir viviendas nuevas y por lo tanto garantiza acceso a la vivienda a un mayor número de hogares.
Tal vez el déficit crónico habitacional que padecemos, tiene sus raíces en la profundización de la propiedad de las viviendas, descartando el alquiler como alternativa. En la actualidad se expandieron las garantías para alquilar, alcanzando a miles de hogares.
No nos olvidemos de la LUC y el cambio que la misma trajo para poder acceder a los alquileres. Desde su vigencia no se ha producido ninguna dificultad y, por el contrario, los alquileres han recobrado vigencia. La confianza juega su rol.
Hemos dado un panorama somero, pero el tema da mérito a que se produzca un cambio cultural en nuestro país y de esa manera, lograr ir disminuyendo asentamientos, mácula que erosiona la calidad de vida de la gente.