Detectan tórtolas, palomas y torcazas con enfermedad transmisible al humano
Aunque entre las aves puede ser mortal, en las personas genera un cuadro leve. No obstante, hay que tomar precauciones, como no manipular aves, en especial si están muertas o presentan síntomas.
Si se encuentra una tórtola con letargo o incoordinación al caminar, el llamado es a evitar el contacto y a notificar al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) porque podría tener la enfermedad de Newcastle.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal, esta patología "es una infección altamente contagiosa y con frecuencia severa que existe en todo el mundo y afecta a las aves, incluidas las aves de corral domésticas".
En Chile se ha detectado la enfermedad en aves silvestres, específicamente, palomas, torcazas y tórtolas, dice José Guajardo Reyes, director nacional del SAG, a "El Mercurio".
Hasta el 8 de febrero, "se han tomado 1.023 muestras, de las cuales 51 han resultado positivas. Entre las aves afectadas, el 67,7% son tórtolas, el 29% son palomas y el 3,2% son torcazas. En cuanto a la distribución geográfica de los casos positivos, principalmente se determinan en la Región de Valparaíso (56,9%) y Región Metropolitana (29,4%)", acota. También se encuentran afectadas las regiones de Atacama, Coquimbo y Biobío.
Sin embargo, Guajardo destaca que "desde 1975 no se registran casos de Newcastle en aves comerciales en el país". Por ello, Chile se considera un país libre de esta patología según las normas internacionales de salud animal. Y agrega que "hay vacunas comerciales disponibles de uso rutinario en la industria avícola".
Sobre cómo llegó la enfermedad a Chile, Fernando Mardones, veterinario y profesor asistente de la Escuela de Medicina Veterinaria de la U. Católica, señala que "por lo general, estos virus siempre están circulando a nivel mundial y, por condiciones estresantes, como olas de calor, se manifiestan".
El SAG implementó una estrategia sanitaria ante la detección de esta enfermedad. Esta incluye la atención de denuncia de casos sospechosos, la toma de muestras y la notificación inmediata a los propietarios de aves de corral de la zona. "Se prioriza la vigilancia clínica en áreas afectadas y se realizan acciones específicas en establecimientos avícolas colindantes. Esta estrategia busca prevenir la propagación de la enfermedad y proteger la salud de las aves y de la población en general", añade Guajardo.
Esto último porque se trata de una enfermedad zoonótica, es decir, puede transmitirse del animal al ser humano, sin embargo, el riesgo de contagio es bajo, dicen desde la Subsecretaría de Salud Pública, y según informan a "El Mercurio", hasta ahora no se han registrado casos en humanos.
"En las personas, generalmente, la enfermedad tiene un carácter leve y produce síntomas gripales, como conjuntivitis y laringitis", explica Alicia Marcoleta, doctora en Ciencias Biológicas y directora de la carrera de Tecnología Médica de la U. San Sebastián.
"Puede llegar a infectar a las personas cuando ellas toman contacto con superficies que se hayan contaminado con deposiciones o secreciones respiratorias de las aves infectadas con el virus, o si toman contacto directamente con estas secreciones en aves infectadas, vivas o muertas", señala.
En ese sentido, se debe estar alerta a los síntomas de esta enfermedad en aves. Los signos varían, "desde dificultad para respirar, hasta letargo, parálisis, incoordinación al caminar o diarrea incluso", acota Frederick Toro, académico de Medicina Veterinaria de la U. Santo Tomás sede Viña del Mar.
"Además, hay aves que también pueden ser asintomáticas, es decir, que tengan Newcastle, pero no generan signos. Entonces hay que tener cuidado, en general", dice Toro. Y agrega: "Si bien no hay registros de que esta enfermedad afecte a perros y gatos, es mejor prevenir, y tampoco dejar que se acerquen a aves".
La recomendación es no manipular aves muertas o que presenten síntomas como los descritos. Ante la detección de estos signos, se debe notificar al SAG, llamando al teléfono 223451100 o escribiendo al correo electrónico oficina.informaciones@sag.gob.cl.
Una salud"Una salud" resume un concepto que indica que "la sanidad animal, la salud de los seres humanos y de las plantas son interdependientes y se vinculan con los ecosistemas en los que viven", indica la Organización Mundial de Sanidad Animal.
Para Fernando Mardones, el surgimiento de patologías como la influenza aviar y ahora la enfermedad de Newcastle, enfatizan la importancia de este concepto. "Habla de un planeta que está realmente estresado y por lo tanto, tenemos que estar constantemente en alerta y vigilando las enfermedades que tienen los animales, porque eventualmente nos pueden contagiar".
"Esa es la triste realidad que tenemos. Vamos a tener enfermedades una y otra vez que aparecen, reaparecen en diferentes especies y aparecen en países que antes no estaban. Tenemos que estar muy atentos", dice.