El Comercio, Perú
25 de febrero de 2024
En alerta ? Además, el stock de casi 500 fármacos esenciales no cubre la demanda existente. Actualmente, solo en diez regiones hay un abastecimiento adecuado de estas medicinas.
Por MAYTÉ CIRIACO
Un análisis a las cifras de medicamentos esenciales ?aquellos que cubren las necesidades sanitarias prioritarias? de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) revela que hay desabastecimiento de más de 400 medicamentos esenciales en el ámbito nacional. Es decir, estos no están disponibles en diversos establecimientos de salud. Además, se tiene un substock o falta de cobertura de la demanda de 490 medicamentos.
El 66% de establecimientos de salud no cuenta con stock en al menos un fármaco. En el 2023, diciembre fue el único mes en que se llegó al 80% de disponibilidad a escala nacional, el porcentaje mínimo para considerar que hay alta disponibilidad.
Actualmente, solo diez regiones del país superan esta tasa, mientras que cinco no alcanzan ni el 70%. Estas son Tumbes, Ucayali, Loreto, Piura y Madre de Dios.
Entre los diez medicamentos con mayor desabastecimiento están aquellos que se utilizan para tratar reacciones alérgicas, infecciones, anemia, neumonía o efectos secundarios por tratamientos oncológicos. En diversos establecimientos de salud, incluso, hay desabastecimiento o substock de ibuprofeno o amoxicilina.
Ante esta situación, los ciudadanos deben asumir el costo de los medicamentos sin stock, cuyos precios en farmacias y boticas en el ámbito nacional oscilan entre los S/0,50 y los S/1.280.
La escasez en algunos establecimientos de salud ya había sido advertida. A fines del 2023, la contraloría reportó el desabastecimiento de 26 medicamentos esenciales en el hospital Dos de Mayo. Pese a ello, más de un mes después, no hay stock de 28 fármacos en ese establecimiento de salud, como el antiepiléptico gabapentina o los oncológicos flutamida e imatinib.
? Las causas?
Javier Llamoza, exdecano del Colegio Químico Farmacéutico de Lima e investigador de Acción Internacional para la Salud, menciona que ?el desabastecimiento es un problema crónico en el país.
Llamoza señala que la inestabilidad política, la falta de perfiles adecuados para la adquisición de fármacos y de una ley de compras centrada en los medicamentos contribuyen al desabastecimiento y hacen que el ciudadano tenga que gastar dinero que debería estar destinado a necesidades como alimentación o vivienda.
?Los medicamentos deberían ser cubiertos por el sistema de salud?, enfatiza.
El investigador explica que, en el Perú, el gasto de bolsillo se ha incrementado. ?Desde antes de la pandemia este ya era alto. Un estudio realizado por el Ministerio de Salud (Minsa) reveló que el gasto de bolsillo en medicamentos en relación con el gasto de salud era del 39,5% (la OMS recomienda un máximo de 20%)?, advierte.
Para Fernando Carbone, exministro de Salud, si bien pueden darse demoras en los establecimientos de salud para realizar los requerimientos de los medicamentos que necesitan, la mayor parte del problema está en las deficiencias en la gestión del Estado para comprar y planificar la distribución de los fármacos.
?Tenemos problemas de gestión y hace falta un sistema de información unificado que permita tener presupuestos históricos y registros diarios, así como una adecuación normativa?, señala.Según el experto, las razones para no solucionar estas deficiencias van desde la incompetencia hasta la corrupción.
