Medvedev saca sus galones y despierta del sueño a Jarry

Apenas un punto de quiebre tuvo Nicolás Jarry (23º) en todo el partido y fue, paradojalmente, en el último juego de servicio de Daniil Medvedev (4º). El ruso sacó 30-40 con la cuenta igualada a cinco en el segundo set, pero logró un envío fantástico que le permitió salir fácilmente del aprieto.
El dato es el mejor reflejo del partido que ambos animaron por los cuartos de final del Masters 1000 de Miami, con buena presencia de chilenos en las tribunas ("Pensé que sería peor", reconoció el moscovita), que se fueron tristes luego de la victoria del europeo por 6-2 y 7-6 (7).
El primer set fue una clínica ofrecida por el ruso, que no fallaba tiro alguno, que siempre atacó el revés del chileno y que le tiraba la pelota casi a los pies, arruinando la estrategia de Jarry, que no podía atacar como le gusta y, cuando lo hacía, cometía un error presionado por la velocidad de piernas de Medvedev, que parecía llegar a todos lados.
Dos quiebres sentenciaron rápido el parcial, pero el libreto cambió para la segunda manga. Jarry sacó mejor, se creó mejores opciones para subir a la malla y, sobre todo, erró menos con la volea. Mantuvo su saque casi sin apuros, salvo un pequeño desliz en el 12º juego y forzó una definición en el tie break , en el que se multiplicaron las mini rupturas y que pudo ganar cualquiera.
O, mejor dicho, quien exhibiera más jerarquía para definir bajo presión. Medvedev envió un match point a la malla, pero Jarry, cuando sacaba para intentar ganar el set, tuvo dos tiros descalibrados que terminaron mucho más allá de las líneas.
Sería todo.
Sabor agridulce
Más allá de la derrota, Jarry queda con la satisfacción de haber llegado por segunda vez en su vida a la ronda de los ocho mejores en un torneo de este nivel, sumar otro triunfo sobre un top ten y haberse parado de igual a igual y con opciones de birlarle un set a uno de los mejores tenistas de la temporada.
Y justo en la superficie en la que el "Príncipe" ha dicho que peor se siente.
"Yo creo que es una sensación por lo que vivió antes, porque la pelota va muy rápido y le quita tiempo para preparar sus tiros, pero esta superficie fortalece mucho su saque y su derecha. Por más que no haya ganado torneos en cemento, tiene triunfos muy buenos: a (Marin) Cilic en Shanghái, la de (Casper) Ruud del martes. De a poco va creyendo más en sus posibilidades", arguye Cristóbal Saavedra, exentrenador de Jarry antes de su período con Juan Ozón.
El chileno descansará la próxima semana y volverá al circuito en Montecarlo, otro Masters 1000, pero ahora sobre arcilla, que marca el inicio de una dura defensa de puntos hasta fines de junio.
"No me preocupa el tema de las defensas, porque en la medida de que le vaya bien en los torneos grandes, como los Masters 1000 y los Grand Slam, empezará a subir, porque ahí están los puntos 'de verdad', los que marcan la diferencia cuando estás entre el 20 y el 15", dice Saavedra.
Garín salva tres match points y al fin festejaOtra vez Christian Garín (104º) tenía enfrente a una joven promesa del tenis mundial. Así como el brasileño João Fonseca lo sacó hace un mes de Río de Janeiro, ahora el rival era el portugués Henrique Rocha (248º), por la primera ronda del challenger de Girona (España, arcilla).
Y, tal como en Brasil, nuevamente lo pudo perder. Garín cedió el primer set, levantó en el segundo, y en la manga decisiva un festín de quiebres pudo inclinar la balanza hacia cualquier lado. De hecho, el ariqueño desperdició tres puntos de partido cuando sacaba 6-5.
Todo se definió en el tie break . Allí, el luso dispuso de tres puntos de partido, pero Garín sobrevivió y, aunque también dilapidó otros tres, cerró el duelo con un 4-6, 6-3 y 7-6 (9), en tres horas y 20 minutos, triunfo que perfectamente puede devolverle la confianza extraviada.
Hoy, cerca del mediodía, enfrentará al estadounidense Nicolás Moreno (158º), buscando ratificar su recuperación y con un golpe anímico potente.