Make Chile Great Again
Nuestro país está literalmente en el último rincón del mundo, ocupando solo un 0,15% de la superficie y con el 0,25% de su población
Nuestro país está literalmente en el último rincón del mundo, ocupando solo un 0,15% de la superficie y con el 0,25% de su población. Sin embargo, somos los primeros productores de cobre y litio del planeta, dos claves para la descarbonización climática. Somos el principal exportador de uva de mesa y segundo productor mundial de salmón. Nuestra aerolínea y viña de bandera son actores globales; nuestros retailers y bancos son líderes regionales. Muchos artistas chilenos son mundialmente conocidos y nuestras películas compiten y ganan el Oscar.
Si hemos logrado todo ello es porque en las últimas décadas en Chile se dio una constelación de circunstancias; algunas fortuitas, pero la mayoría muy bien pensadas y ejecutadas por un amplio espectro de la sociedad.
Lamentablemente los problemas sociales nos golpearon el espíritu y abandonamos la épica del desarrollo. La agenda estos últimos años ha estado colapsada con los problemas de equidad, salud y seguridad, y con soluciones enfocadas en cambios a la Constitución o incrementos de los impuestos.
Cada vez resulta más claro que nuestros problemas deben ocupar solo una parte de la agenda; la otra debe preguntarse qué nueva constelación de circunstancias tenemos que producir para recuperar el tiempo perdido en materia de desarrollo.
Tenemos todos los elementos para lograrlo. Incluso en aquellos aspectos que parecen estar mal, basta con compararlos con nuestros pares para matizar nuestra perspectiva. ¿Está mal la actividad política? Mire a Argentina, México o EE.UU. ¿Mal la salud? Mire donde mismo. ¿La seguridad, la equidad? Lo mismo.
Surgen varias preguntas que debemos debatir: ¿Cuáles son los sectores con el mayor potencial? ¿En dónde estamos parados en cada uno de ellos? ¿A cuál objetivo ambicioso pero realista queremos aspirar? ¿Podemos identificar unos pocos indicadores que nos ayuden a seguirle la pista a cuánto avanzamos? ¿Podemos lograr que tales indicadores sean de interés nacional, y que cuando se estanquen exista suficiente presión social para destrabarlos?
En Deloitte, Cadem y el MBA UC, y en alianza con "El Mercurio", estamos asumiendo la tarea de repotenciar estos temas para lograr un gran objetivo: Make Chile Great Again, sin estridencias y descalificaciones. Sí con el liderazgo que muchas veces nos ha inspirado, como el caso del piloto Luis Pardo Villalón, que en 1916 rescató a la expedición liderada por Ernest Shackleton, en las aguas más peligrosas del mundo. Cuando Pardo aceptó la misión, le escribió a su padre: "La tarea es grande, pero nada me da miedo: soy chileno. Dos consideraciones me hacen hacer frente a estos peligros: salvar a los exploradores y dar gloria a Chile. Estaré feliz si pudiese lograr lo que otros no (...). Si tengo éxito, habré cumplido con mi deber humanitario como marino y como chileno".