Terapia que previene la adquisición del VIH sigue siendo poco utilizada en el país

La profilaxis de preexposición, más conocida por su sigla PrEP, está considerada como una de las estrategias fundamentales de prevención del VIH. Recomendada por ONUSida y agencias de salud alrededor del planeta, consiste en una pastilla que debe tomarse a diario por vía oral y que reduce en 99% el riesgo de adquirir el virus de la inmunodeficiencia humana.
A partir de estos antecedentes, en agosto de 2019 el Ministerio de Salud implementó, como parte del Plan Nacional de VIH/sida, un programa gratuito que considera el acceso a esta terapia a personas con conductas de riesgo. La meta inicial era llegar a 5.000 beneficiados.
Pero a cinco años de su inicio, según datos entregados por Minsal a "El Mercurio", la cifra aún no se alcanza: al 31 de diciembre de 2023, se ha enrolado a 3.376 personas, de las cuales 1.619 continúan en PrEP.
A juicio de expertos en el tema, las cifras muestran que se está subutilizando esta herramienta preventiva.
"Junto con el testeo, el uso de preservativo y la consejería, PrEP es una de las estrategias más eficaces para prevenir el VIH", precisa Alejandro Afani, inmunólogo y director del Centro de VIH del Hospital Clínico U. de Chile.
En América Latina existe una brecha de acceso a esta terapia, agrega el especialista, pese a que las cifras de nuevos casos van al alza en la región, a diferencia de lo que ocurre en el resto del planeta.
Chile ocupa un preocupante liderazgo: hay unas 74 mil personas portadoras del VIH y "un aumento de nuevas infecciones del 58% desde 2010. Es una epidemia que no está controlada", agrega Pablo Herrera, inmunólogo de Clínica Las Condes y del Hospital Barros Luco.
Pero el escenario sería peor, advierte Afani: "La pandemia de covid-19 invisibilizó al VIH. En esos años el testeo disminuyó en 30%, y con eso perdió el diagnóstico y tratamiento de nuevos casos".
Eso en parte explica que "el 65% de los casos en el país se diagnostican en etapa avanzada, lo que supone un aumento del riesgo de comorbilidades", agrega Herrera. Además, el 40% de los nuevos casos se da en gente menor de 30 años.
De allí que junto con mejorar el testeo, debe mejorar el acceso a estrategias combinadas de prevención. "PrEP previene el VIH pero no infecciones de transmisión sexual. Faltan campañas permanentes en el tiempo", lamenta Afani. Y también "educación sexual, sobre autocuidado y sexualidad responsable". En campañas en el Hospital Clínico U. de Chile han visto que menos del 20% de los jóvenes dice usar preservativo de manera frecuente.
La falta de información también ha jugado en contra de PrEP. "La gente se entera cuando viajan fuera o a través de otros usuarios", dice Afani. "Deben ocuparse vías de comunicación más acordes con los jóvenes, como redes sociales".
Desde Minsal precisan que "la incorporación de mensajes comunicacionales para la difusión de la estrategia PrEP ha sido progresiva, según la disponibilidad de acceso a nivel nacional", además de la información disponible en el sitio web del ministerio. Para la campaña comunicacional de 2024, "PrEP será incorporada transversalmente como uno de los métodos de prevención disponibles para la comunidad, a través de piezas y mensajes específicos".
Listas de espera
Actualmente, este programa está disponible en 14 de las 16 regiones. "Se accede mayoritariamente en el nivel secundario de atención (hospitales), solo está disponible en establecimientos de APS (atención primaria) en Viña del Mar, desde enero 2024", precisan desde el Minsal. Entre quienes reciben PrEP, el 89% son hombres, el 7% mujeres y el 4% personas trans. Según edad, el 21% tiene entre 18 y 24 años, el 75% entre 25 y 49 años y el 4% más de 50 años.
El problema es que las personas no llegan y, si lo hacen, se desincentivan, comenta Gonzalo Núñez, enfermero y coordinador del Programa PrEP de la Fundación Chile Positivo. "Hay barreras para acceder, como listas de espera de hasta seis o siete meses. Además, existe mucho prejuicio en algunos lugares hacia las personas que quieren PrEP".
Herrera agrega que el programa ministerial "incluyó medicamentos y exámenes, pero no recursos humanos para su implementación. Se pide a centros de salud que sumen a sus labores habituales atender a personas sanas que buscan esta alternativa y no dan abasto, comienzan listas de espera y la gente desiste".
Asimismo, a veces ocurre que los mismos profesionales de salud desconocen qué es PrEP, agrega Afani.
En paralelo, a nivel privado ha ido aumentado el acceso a esta terapia. "Si en 2018 PrEP costaba 350 mil pesos al mes, ahora varía entre 10 mil y 15 mil pesos, gracias a la llegada de los genéricos", cuenta Herrera.
En el programa de la Fundación Chile Positivo hay 80 personas en control (80% hombres). "El número ha ido en aumento. Aquí un grupo de profesionales hace consejerías, exámenes y emiten recetas para que puedan comprar PrEP".
El costo de las consultas, los exámenes y vacunas (se recomienda inmunizarse contra el VPH y la hepatitis B), que son gratuitos en el programa del Minsal, corren por cuenta de la persona. Además, se debe ir a control cada tres meses. "Se trata de dar un medicamento (PrEP combina dos fármacos en una pastilla) a personas sanas; aunque es seguro, puede haber casos en que cause inflamación renal", dice Herrera.
Si bien se requiere de receta para su compra, desde Chile Positivo alertan que no siempre ocurre así. "Es fundamental que las farmacias soliciten la receta porque hemos sabido de lugares en donde se compra sin receta. Si no hay un control médico y la persona ya tiene VIH se puede generar resistencia al medicamento", puntualiza Núñez.
InyecciónSi bien se toma a diario por vía oral, otra alternativa que ya está disponible en países como EE.UU. y que se espera llegue pronto a Chile es PrEP inyectable: una inyección intramuscular cada dos meses, logrando también una protección sobre el 99% de adquirir el VIH.
Asimismo, en caso de emergencia existe una profilaxis posexposición (PEP), una píldora que combina tres medicamentos (los mismos que utilizan para la terapia del VIH) y que se debe tomar antes de 72 horas de haber estado expuesto a una relación de riesgo (por rotura del preservativo o sin haber tomado precauciones, por ejemplo), y luego mantener su ingesta todos los días por un mes. "Está cubierta por el Minsal solo para situaciones de agresión sexual", dice Herrera. De manera particular, se debe comprar y su costo varía entre 30 mil y 80 mil pesos. Siempre debe acompañarse de un testeo de VIH.