Las definiciones en finanzas abiertas que espera la industria para una mayor inclusión

Un nuevo hito alcanzó la implementación de la Ley Fintech. El lunes pasado, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) publicó en consulta la norma para la implementación del Sistema de Finanzas Abiertas (intercambio de información entre instituciones financieras para promover la competencia e inclusión). Los actores de la industria celebran el avance, aunque afirman que aún hay aspectos que quedan pendientes de discusión en relación con el consentimiento de los usuarios, el intercambio de información y la adecuada implementación.
Sin embargo, este es un proceso al que aún le queda camino por recorrer. Francisco Cabezón, director de riesgo regulatorio en Deloitte, indica que, una vez publicada la norma definitiva, el proceso de implementación de las finanzas abiertas tomará 36 meses. "Es decir, estamos recién frente al inicio", señala.
Uno de los aspectos que más preocupan en la industria, dada su importancia, es la adecuada gestión del consentimiento de los usuarios. Claudio Ortiz, presidente de la Asociación del Retail Financiero, asevera que "no sabemos si será un consentimiento universal o especial y proporcional para cada servicio. En esta materia es fundamental también la opinión de los consumidores, quienes supuestamente serán los principales beneficiarios de este nuevo sistema".
Cabezón indica que la norma en consulta entrega lineamientos "bastante específicos" en gestión del consentimiento, como la necesidad de registro, almacenamiento, verificación y no ejercicio de influencias, entre otros. Sin embargo, afirma que "la propia norma reconoce que esto debe ser considerado como parte del costo de implementación, el cual podría resultar significativo".
Un punto que queda pendiente es la privacidad de los datos. Pablo Huircapan, senior manager de Consultoría de PwC Chile, comenta que la norma "aborda las definiciones básicas para la gestión de consentimiento, dejando los aspectos de privacidad de datos como un tema a resolver dentro del contexto de su regulación específica".
Relacionado con este aspecto, Luis Opazo, gerente general de la Asociación de Bancos (ABIF), resalta que la seguridad debe ser una prioridad irrenunciable. "No podemos permitir fallos en este ámbito, dado que la confianza en el sistema de finanzas abiertas depende directamente de nuestra capacidad para garantizar transacciones seguras y fiables".
Un factor central para la implementación de las finanzas abiertas será la infraestructura y la tecnología que permitan su operación. En este aspecto, desde FinteChile señalan que aún queda trabajo en temas técnicos, en donde se debe evitar, en la medida de lo posible, que existan "procesos manuales para operar en el nuevo sistema para que este sea eficiente, escalable y, finalmente, útil para las personas".
Un aspecto clave de las finanzas abiertas es el traspaso de información a través de las API. Cabezón explica que, en términos simples, las API pueden ser entendidas como "mecanismo que permitirá que los distintos actores del SFA se compartan información de manera segura y eficiente".
La norma establece umbrales de consulta, es decir, la cantidad de veces que las instituciones pueden consultar información a otras entidades. "Aunque los límites establecidos parecen razonables, este podría ser un elemento a ajustar en el futuro, dependiendo del tráfico de consultas que se requieran", dice Cabezón.