Vergüenza de Millonarios: colero en la Libertadores

Pablo Romero - Deportes @PabloRomeroET
Millonarios fue por el heroísmo a Chile y se devolvió destrozado, derrotado, con la cara gacha, con el ímpetu devorado por un Palestino que lo derrotó 3-1 en la fecha 3 del grupo E en la Copa Libertadores y lo dejó tambaleando. Millonarios pasó una vergüenza en la Copa Libertadores y con esta derrota quedó muy comprometido, con apenas un punto y colero de su grupo. Fatal. La vergüenza fue aún mayor por la manera como recibió los goles, unos goles que un equipo que se hace llamar Millonarios no puede recibir, con desatenciones increíbles. Este Millonarios fue una mala copia del equipo que reaccionó en la Liga y está a punto de clasificar a los cuadrangulares (el domingo enfrenta a Chicó y depende de sí mismo). Nada que ver. Este fue un Millonarios frágil, sin seguridad defensiva y sin definición. Porque, en medio de todo, tuvo opciones para intentar cambiar la historia. Pero falló en todos sus intentos. Palestino fue certero. Sin atacar mucho liquidó el partido. Empezó ganando luego de que Montero le pusiera las manos a un riflazo y no pudiera evitar que la pelota le rebotara en las narices, ahí llegó Chamorro para meter un cabezazo y anotar contra el piso. Parecía fuera de lugar, se veía adelantado, pero el VAR comprobó que a un costado, Sander Navarro, lento en su salida, habilitaba. Millonarios consiguió empatar y esa fue una segunda vida. El gol llegó tras un saque de banda espectacular de Hernández, un pase gol, un centro al área con las manos, y Castro, el de siempre, se levantó sin marca, se sostuvo en el aire y metió un cabezazo letal, fue el 1-1 en 33 minutos, y celebraba una hinchada azul que en Chile se hizo sentir como si fuera local. Pero cuando se pensaba que esa era una reacción, que el equipo colombiano tomaría confianza y eficacia, se estancó. Para colmo, el equipo perdió a Daniel Cataño, lesionado. Mackalister Silva que era fijo, no pudo jugar por una molestia. Daniel Ruiz tuvo que guiar, o intentar guiar al equipo. Emerson Rivaldo fue el que más inquietó, el de mayor movilidad, pero también el más errático para definir. En la primera parte tuvo el gol y el arquero le achicó todos los espacios y lo intimidó, se lo perdió. Y antes de terminar la primera parte, llegó la catástrofe. Otro gol de Palestino, tan parecido al primero. Otra vez la defensa contemplando el mundo. Chamorro apareció de nuevo en el área para rematar en lo que parecía ser otra posición adelantada, y tampoco. Habilitaba... Sander. En la segunda parte, Millonarios tuvo alguna reacción, llegó más, Rivaldo metió miedo sin poder definir. Y Palestino, con total tranquilidad aprovechó un obsequio y le dio una estocada al equipo azul. Daniel Ruiz fue a hacer un cambio de frente y se le quedó corto. Brayan Vejar encaró y remató y puso el 3-1 y Montero, que pudo hacer más, no lo hizo. Millonarios luchó, pero con lucha no iba a corregir sus fallas, sus desatenciones. Ese tercer gol desmoralizó al equipo, que se fue quedando sin fuerzas para intentar algo más. Millonarios, con un solo punto, es colero del grupo. Le quedan tres partidos, dos en casa. El panorama se le enredó.