La vida tras la mastectomía: chilenas esperan hasta 20 años por la reconstrucción mamaria

Un mes después de haber recibido el diagnóstico de cáncer de mama a sus 49 años, a Silvia Ibáñez le hicieron una mastectomía en uno de sus pechos.
"Después me preguntaron si quería hacerme una reconstrucción mamaria y dije que sí. Pero cada vez que iba a control me decían que aún no había disponibilidad de pabellón, que habían cambiado al equipo médico o no había especialistas", cuenta Ibáñez.
Desde entonces, han pasado 21 años. Hoy, a sus 71, ella asegura que sigue a la espera de esta cirugía, que tiene como fin restaurar la forma, simetría y apariencia de la mama extirpada.
Es un procedimiento que se encuentra actualmente dentro de las garantías de la canasta GES para el tratamiento del cáncer de mama.
"Nunca me llamaron y cuando he insistido por el tema no hay una respuesta clara, y siempre dicen que no hay disponibilidad. Y la verdad es que esto impacta mucho en la calidad de vida de una, cómo uno se percibe y se siente".
Esto es parte de lo que comprobó el primer registro público y actualizado de pacientes en espera para una cirugía de reconstrucción mamaria en Chile que acaba de dar a conocer el Observatorio del Cáncer.
El sondeo, que indagó en la situación de cientos de chilenas que han recibido una mastectomía por cáncer de mama, reveló que el 72% de las encuestadas nunca o pocas veces se sienten seguras sexualmente, el 87% manifiesta no aceptar su cuerpo tras la cirugía y el 80% se siente insatisfecha al mirarse al espejo.
"Esto es un duelo que no termina, como un círculo que no se cierra. No he podido hacer cosas que me gustarían o usar ropa que quisiera usar o ir a la playa tranquila. Estoy separada, y debido a esto ni siquiera se me pasa por la cabeza pensar en una nueva pareja", comenta Ibáñez.
Alicia Aravena, directora ejecutiva del Observatorio del Cáncer, dice: "Esto es un problema no visibilizado, el hecho es que la reconstrucción mamaria en Chile es una prestación GES que no tiene plazo; por ende, en nuestro país, las pacientes tienen que esperar un tiempo indeterminado para acceder a esta cirugía".
Eso es algo que inquieta a María Fernanda Moreno (28), quien cuenta que lleva un año esperando por la reconstrucción mamaria. "Yo siento que mi vida se estancó. Mi sueño siempre ha sido irme a vivir fuera y siento que no puedo planificar nada a largo plazo, porque no hay un tiempo máximo para la cirugía, y las listas de espera son extensas. Es como si mi vida se frenó".
Gladys Ibáñez, jefa de la Unidad de Patología Mamaria del Hospital San José y miembro del comité asesor del Observatorio del Cáncer, cuenta: "Las pacientes están a la espera, y yo lo constato en mi hospital, porque no tenemos más horas de pabellón. En general, faltan también cirujanos plásticos", asegura la especialista.
Y agrega: "Para muchas pacientes esto implica ansiedad y angustia. Y por eso nosotros hemos solicitado a la ministra de Salud que se ponga un plazo máximo, y que si por alguna razón a alguien no se le ha podido hacer la reconstrucción, se les autorice un segundo prestador".
Todos los entrevistados coinciden en que actualmente no hay información oficial y actualizada de cuántas mujeres en Chile están a la espera de reconstrucción mamaria.
Consultados por este dato, el Ministerio de Salud no había respondido al respecto al cierre de esta edición. Pero sí se refirió al asunto de los plazos de la garantía.
"En el marco del proceso de elaboración del próximo decreto de GES para el trienio 2025-2028, conformamos una mesa de trabajo integrada por representantes del Ministerio de Salud, sociedades científicas y colegios profesionales para evaluar una propuesta de modificación de este problema de salud", dijo Sung Hyuk Kim, jefe de manejo integral del cáncer y otros tumores del Minsal.
"La mesa de trabajo consideró nuevas canastas de prestaciones para el manejo integral de este cáncer. También se están estudiando nuevas garantías de oportunidad para mejorar las posibilidades de acceder a una reconstrucción mamaria con plazos máximos para dicha intervención", agregó.
Para los expertos, avanzar en esto es urgente, debido al impacto que tiene la larga espera en la salud mental de las pacientes. "Es clave entender que esto no es algo superficial ni se trata de vanidad", señala María Verónica Robert, psicooncóloga del Centro de Oncología Integral de Clínica MEDS.
"La mastectomía se vive como una pérdida, y eso genera una serie de procesos emocionales. Hay que tener en cuenta además que las mamas son un símbolo de femineidad, de maternidad o de sexualidad, aspectos importantes de la vida", agrega Robert.
Concuerda Badir Chahuán, jefe de la Unidad de Cirugía Oncológica y Reconstructiva de Mamas de la FALP. "Nosotros vemos que es un proceso fundamental para reconstruir sus vidas". Por eso, puntualiza, "ojalá que pudiéramos resolver esto, formando a más especialistas para que puedan hacer cirugías a lo largo de todo el país".
InequidadesSegún una estadística que fue develada en una comisión de salud del Senado, "más del 95% de las pacientes del sistema privado que se realizan una mastectomía logran tener alguna solución de reconstrucción mamaria, versus solo el 30% de las mujeres en el mundo público", asegura Aravena. Los expertos son enfáticos en que además se debe considerar que la reconstrucción mamaria es un proceso que en la mayoría de los casos implica más de una cirugía. "Y cada una puede costar entre tres y cuatro millones de pesos en un centro privado, si es que la paciente decide hacerlo de manera particular", indica Chahuán.