¡Ahora nos ven! Las hermanas Mira y seis artistas contemporáneas

El 16 de mayo se inaugura en la Tate Britain Now You See Us. Women Artists in Britain 1520-1920 . Esta muestra permanecerá abierta hasta el 13 de octubre y será, a no dudarlo, una de las exhibiciones más interesantes de 2024; por la cantidad de obras reunidas para la ocasión - alrededor de 150- y porque se espera proporcione nueva información sobre aquellas mujeres que vivieron en Gran Bretaña y que desafiaron a la sociedad de su época para lograr recibir educación artística, exponer e incluso vender sus trabajos, pavimentando así el camino a futuras generaciones de autoras.
Si en Chile se hiciese una exposición que revisara lo sucedido con la creación nacional femenina entre 1820 y 1920, claro está, se tendrían que incluir algunas pinturas de las hermanas Mira pues ellas fueron precursoras en lo que respecta al ingreso de la mujer al campo de las artes visuales. Por de pronto, advierto que quedan ocho días para visitar en el Centro Cultural El Tranque "Lo común: Aurora y Magdalena Mira, en diálogo con artistas contemporáneas"; muestra curada por Ximena Zomosa (n.1966). Artista visual ella misma, desde 1998 Zomosa trabaja en la Corporación Cultural Balmaceda Arte Joven de Santiago donde, entre otros, colabora a visibilizar a artistas emergentes. No es de extrañar entonces que optara por convocar a seis mujeres, cuyas edades fluctúan entre los 27 y 36 años, para que aportaran con uno o dos trabajos para ser expuestos junto a una quincena de óleos de Magdalena (1859-1930) y Aurora Mira (1863-1939). Las invitadas a participar en este "diálogo visual" con las Mira fueron: Renata Ayala (n.1997), Trinidad Barros (n.1991), Daniela Contreras (n.1988), Valentina Davidson (n.1996), Luna Morgana (n.1996) y Katherina Oñate (n.1992).
El contraste es una forma de diálogo y al ingresar a la larga sala -cuyos muros se han pintado, mayoritariamente, de rojo pompeyano-, se encuentra un óleo grande de Aurora Mira titulado "Agripina Metella encadenada" de 1885. En este se observa a una joven figura femenina encerrada en un calabozo gris; sentada sobre una enorme piedra, se la ve con rostro abatido y vestida con una túnica blanca. Al lado cuelga "Transgresiones domésticas" (2019-22) de Katherina Oñate, una cortina de algodón con 56 grabados; literalmente, 56 "quemaduras" realizadas con una plancha de ropa. Este ejercicio de repetición rememora la obra de Willie Cole (n.1955), artista afroamericano que en los ochenta comenzó a usar planchas calientes como dispositivo de impresión (véase, por ejemplo, Domestic I.D, IV de 1992, MoMA). Para Cole, dichas impresiones -que asemejan filas de ventanas ojivales o de escudos- debían ser vistas como un conjunto de máscaras o rostros de hombres de color. Pues la tela estampada de Oñate, próxima al cuadro de Aurora Mira, evoca tanto los colores de la vestimenta de Agripina, el daño y el dolor que produce la quemadura de una plancha como la acción misma de planchar; esta última asociada a una aburrida labor doméstica. La tela "dañada" ex profeso es en sí misma una "bandera" de protesta.
Daniela Contreras participa con "Jardín imaginario de la sanación" (2017); un trabajo de formato pequeño (20 x 48 cm) realizado con retazos de géneros con estampados vegetales que, obviamente, interactúa con las pinturas de flores y de frutas de las hermanas Mira. Por su parte, Luna Morgana expone tres retratos al óleo ("Javiera", "Camila" y "Japi" de 2023), tres detallados registros de la fisonomía de una joven actual en actitud introspectiva; con sus brazos ornamentados con tatuajes y/o con piercings en la nariz u orejas. Estas tres pinturas "dialogan", puntualmente, con el retrato de "Ana Mira Mena" (1881) de Magdalena Mira -un perfil muy bien resuelto de una joven de similar edad a las modelos de Morgana.
Próximo a una exuberante pintura de una "Mesa de comedor" (1885) de Aurora Mira se ubica "Manifiesto de las cosas invisibles III" (2024) de Renata Ayala. Una alacena de madera con cuatro puertas perforadas y sin vidrio en cuyas repisas interiores hay loza blanca y, entre esta, unos tazones personalizados gracias a la proyección intermitente sobre estos de textos luminosos que rezan: "No pude dejarte", "Por mis hijos", "No me atreví". Las tazas, por su calidad de contenedoras, son un símbolo femenino (la matriz) y, al estar dentro de un mueble cerrado, hacen referencia al confinamiento ancestral de las mujeres.
Hay diálogos espontáneos y organizados, estos pueden ser cordiales o ásperos. En este contexto, a pesar de las polaridades estético-históricas existentes, se ofrece al público un "diálogo" directo y amable entre trabajos de reciente data y una selección de pinturas bien conservadas - aunque varias con exceso de barniz- de las hermanas Mira.
LO COMÚN:
AURORA Y MAGDALENA MIRA, EN DIÁLOGO CON ARTISTAS CONTEMPORÁNEAS Lugar: Centro Cultural El Tranque Hasta: 6 de mayo de 2024