Los Bunkers hacen historia con un maratónico y emotivo show en el Estadio Nacional

Tras la pausa y con el exitoso regreso, todos los caminos apuntaron al Estadio Nacional, una escala mayor en su historia con la que Los Bunkers coronaron anoche en Ñuñoa su gira de retorno. Un viaje que luego de nueve años consagró su popularidad con un tour que en 13 meses superó el millón 200 mil espectadores, una marca local inédita para una vuelta que se anota en la historia estelar de la música chilena y que se posiciona triunfal imponiéndose en un presente dominado por la cultura urbana.
La banda de Concepción arrancó así un concierto planificado como un maratón. Inició con un repaso de su carrera, una muestra generosa de su discografía, algo a la altura de este hito para un show que se esperaba rondara las tres horas y que comenzó con "Ven aquí", éxito rockero de guitarras bailables que causó los primeros brincos en el público de la cancha.
El grupo suena poderoso, con una Cancamusa sólida en la batería, y que fue el número de apertura con su proyecto solista para los primeros conciertos del retorno el año pasado en el Estadio Santa Laura y que ahora se integró como el reemplazo momentáneo de Mauricio Basualto, que aún se recupera de los problemas de salud que lo alejaron del conjunto a inicios de febrero.
Los Bunkers siguen sin pausas con otra rockera, "Te vistes y te vas" encadenada a una "Yo sembré mis penas de amor en tu jardín", con todo ese espíritu sesentero de los Rolling Stones, pero con filtros chilenos en la composición, al que la gente reacciona bailando.
El montaje del concierto tiene un imponente murallón de cinco pantallas led, donde por momentos cada una sigue a un integrante de la banda y una larga pasarela que se interna en la cancha para hacer mejor conexión con los sectores más alejados.
Álvaro López camina por ella y toma la palabra por primera vez para saludar: "Buenas noches Estadio Nacional, ¿cómo estamos muchachos y muchachas? !Se ven hermosos¡", dice y Francisco Durán también saluda al público de México, Colombia y otros paises latinos que viajaron al show, y presenta "Canción de lejos" y el cover a Silvio Rodríguez, "Quién fuera".
El mismo Durán luego habló de este retorno y de lo bueno que fue "reencontrarse como amigos" y "hacer canciones nuevas", como reflexión antes de "Bajo los árboles", de su reciente disco "Noviembre".
Más tarde, su hermano, Mauricio Durán, hizo una rockera introducción con su guitarra, con cita a Violeta Parra incluida, para una extendida versión en una estridente "Ahora que no estás", que terminó con un saludo a la distancia a Basualto y la dedicatoria de "La velocidad de la luz", que "habla de recibir el amor del hogar", agregó Francisco.
Pasaron luego "Rey", "El necio", para su otra cita a Silvio y las luces del estadio se apagaron para un momento de emotividad en el show. La banda fue hasta la Escotilla 8 del estadio y vestidos con ponchos aparecieron en el memorial que recuerda lo ocurrido ahí en dictadura.
"La violencia que estamos viviendo en estos momentos es abrumadora", dijo Mauricio, "son tiempos extraños y difíciles", agregó sobre lo que pasa en el mundo y en Chile, recalcó, sobre una actualidad que "resulta desoladora", por eso, de manera, quizás ingenua, dijo, "nos queda aferrarnos" y "acompañarnos". "Este lugar fue construido para dar alegría a un país", señaló, "pero en manos equivocadas terminó en una vasija de mucho dolor", dijo Durán y presentó "El detenido", "una canción que fue escrita para cantar aquí", planteó interpretándola, como parte de un set acústico que sumó "La exiliada del sur", "Calles de Talcahuano" y "Entre mis brazos".
Tras la emoción, vinieron las risas con la aparición de Guaripolo en el escenario, lanzando bromas a Los Tres y a Los Bunkers. El elenco de 31 Minutos se hizo presente en pleno luego como invitados para "Una nube cuelga sobre mí", ya con la banda de vuelta en el escenario.
Los Bunkers repiten hoy este espectáculo en el mismo recinto.
Una noche chilena
La previa a esta jornada histórica en la carrera de Los Bunkers, con su primer concierto en el Estadio Nacional, tuvo características tan locales como una "noche chilena" del Festival de Viña, con música y humor, pero en una versión en Ñuñoa.
Primero apareció Pedropiedra, puntual a las 18:45 horas, que pese a su propuesta más alternativa cuenta pasos por la Quinta Vergara junto a Jorge González y 31 Minutos.
Luego vino el comediante Fabrizio Copano para completar una analogía que no resultaba tan descabellada, en un ambiente muy distendido en las horas previas, sin la ansiedad de euforia adolescente previa a un megaevento y con un público en su mayoría calmo, en equilibrio entre jóvenes y adultos.
Los Tres tocaron en el Movistar ArenaConcepción se tomó Santiago:En paralelo, Los Tres comenzaron anoche sus presentaciones en la capital con la esperada reunión de su formación titular, que tuvo los regresos a la banda de Ángel Parra y Pancho Molina. Esto no sucedía oficialmente desde el año 2000, y tuvo un exitoso primer encuentro el pasado 6 de abril, en el estadio Ester Roa de Concepción, con el inicio de su gira titulada "Revuelta".
Ahora, en el Movistar Arena arrancaron ayer una serie de cuatro conciertos, iniciando su show con "Follaje en el invernadero" y continuando luego con temas como "Sudapara", "Gato por liebre" y éxitos mayores, como "Déjate caer" y "He barrido el sol".
Las actuaciones de la banda continúan hoy y siguen luego este martes y miércoles, en el mismo lugar, con lo que se transformarán en la primera banda nacional en alcanzar esa marca consecutiva de espectáculos en ese recinto. El récord hasta ahora lo tiene Gino Mella, con tres shows ahí.