La vía que conduce al choque entre Mbappé y su futuro

Las casas de apuestas se limitan a transformar en cuotas lo que los expertos creen. O lo que, según la lógica, parece ser el resultado más probable.
Y en el caso de las semifinales de la Champions League, esa predicción apuesta por una final entre Real Madrid y Paris Saint-Germain, superando respectivamente a Bayern Munich y Borussia Dortmund.
Todo parte hoy, en Baviera, con los germanos recibiendo a los "merengues", el equipo más ganador del torneo y que ostenta la mayor dosis de favoritismo en las apuestas.
"A veces el Madrid no es el mejor, pero aun así pasa. Es más que suerte. Tienen mucha experiencia y confianza en sus virtudes. Saben que son capaces de marcar hasta el último minuto y de imponerse a cualquiera", reconoció Joshua Kimmich, zaguero muniqués.
En el cuadro español, eso sí, no rehúyen del favoritismo, más allá del respeto que brota en la conferencia de Carlo Ancelotti, el todopoderoso entrenador madrileño.
"Tenemos confianza para plantar cara a un equipo que no ha hecho una gran Bundesliga, pero sí una espectacular eliminatoria ante el Arsenal. Viene de eliminar a un equipo muy fuerte en Europa. En la Champions la historia cuenta mucho y eso juega en nuestro favor", admite.
Los especialistas también ponen sus fichas en Chamartín, aunque aseguran que se trata de la semifinal más incierta, al menos en el papel, con dos colosos europeos con una tremenda historia en sus vitrinas.
"Es una serie muy pareja, pero veo una leve diferencia para el Madrid. Entiendo lo del escudo, la historia, la mística, pero también es cierto que lo más trascendente es el presente y hoy el Madrid está mejor y ha demostrado que, pese a algunas adversidades, es un equipo muy serio", opina el argentino Fabián Godoy, analista de DSports.
"El Bayern tiene un entrenador cuestionado, una liga perdida, pero no deja de ser un muy buen equipo, pero por presente me inclino un poquito más por el Madrid", añade el periodista.
Póker y adiós
Monarcas del Trofeo de Campeones, la Copa de Francia y, este fin de semana, de la Ligue 1, el PSG apunta a un "póker" de copas de la mano de Luis Enrique, el entrenador español que lo pasó mal a mitad de temporada, cuando sacó de algunos partidos a Kylian Mbappé, mientras negociaba su salida del club, que se concretará a final de temporada.
Al final, se pactó la paz y "Donatello" volvió a tener la relevancia de siempre, sobre todo en la Liga de Campeones, que marcará su despedida antes de calzarse la camiseta del Real Madrid, precisamente uno de sus posibles oponentes en la final de Wembley.
"En diciembre dije que en febrero íbamos a ser mejores. El equipo ha seguido mejorando. No le busquen nada negativo. Sigue en construcción el equipo. El año que viene seremos más fuertes que este", dijo Luis Enrique, desdramatizando la partida de la estrella.
De todos modos, la despedida pretende ser gloriosa, con cuatro coronas. Un camino cuyo primer paso será mañana, cuando enfrente a Borussia Dortmund en la ciudad germana.
"Parece más claro que PSG está por encima del Dortmund. Es una muy buena versión del París, porque Luis Enrique ha conseguido algo que parecía difícil: a pesar de las individualidades hay una expresión colectiva", plantea Godoy.
La confianza se siente en las huestes galas, más allá del empate que, con equipo mixto, consiguió el sábado ante Le Havre y que le impidió celebrar el título de liga en la cancha (aprovechó la derrota del Mónaco, el domingo, para coronarse).
"Estamos preparados para la serie contra el Dortmund. Y para ganar los dos partidos", amenazó Luis Enrique.
El camino, entonces, favorece una final entre Kylian Mbappé y Real Madrid, un escenario extraño para el ariete, que si consigue la despedida ideal de Francia, le amargará la vida al equipo que lo albergará apenas semanas más tarde.
"Mbappé es el sol en torno al cual gira todo el PSG, pero este año ha jugado menos minutos en la liga porque Luis Enrique está preparando un equipo sin él. ¿Final contra su futuro equipo? Es una posibilidad, será raro, sí, pero también puede ser un buen cierre de su campaña en Francia, más allá de que le amargue la noche a su futuro club", completa Godoy.