El papel de la logística en la economía circular

De cara al actual modelo económico que conduce al cambio climático, la economía circular se presenta como una guía que preserva la naturaleza y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta implica la articulación entre diferentes actores, como empresas, gobiernos, consumidores, recicladores, gestores y empresas transformadoras para establecer cadenas de suministro más sostenibles. "Su objetivo es cerrar el ciclo de vida de los productos, permitiendo que los materiales se mantengan en uso durante el mayor tiempo posible a través de su reutilización, reciclaje y regeneración", explica Mónica Villegas, gerente de Visión 30/30, de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), colectivo empresarial que lidera e impulsa un modelo de economía circular de envases y empaques . En Colombia, las empresas deben dar cumplimiento a las Resoluciones 1407 de 2018 y 1342 de 2020 del Ministerio de Ambiente, que reglamentan que para el 2030 las compañías deben aprovechar al menos el 30% de los envases y empaques que ponen en el mercado. Aplicar la circularidad Jairo Enrique Parra, docente de la Escuela de Optimización, Infraestructura y Automatización del Politécnico Grancolombiano, señala que la logística se convierte en un eje transversal para el desarrollo del propósito de la economía circular, ayudando a reducir el impacto en la huella de carbono y permitiendo que los materiales adecuados vuelvan a la cadena de producción. "Esto representa un gran reto para los procesos logísticos, que cambian su enfoque de un modelo de aguas abajo (empezando por el extractor de materias primas hasta llegar al cliente final), a convertirse en un sistema que reintegra esos materiales de nuevo en diferentes momentos del flujo logístico, o les da una nueva ruta para poder llegar a actores que los valoricen en nuevos proyectos", añade. Parra explica que las estrategias de sostenibilidad en procesos logísticos se basan en desarrollar una propuesta de valor, centrándose en la reducción de materiales y contaminación en el proceso. Estas iniciativas hacen la operación logística mucho más verde. "Pero la sostenibilidad no solo impacta el enfoque ambiental, también puede ayudar a una dimensión social, o al desarrollo de unidades productivas que aprovechen los residuos de empaque y embalajes en una estructura de producción sostenible", indica el docente. En este camino, el trabajo en equipo también es fundamental para cambiar procesos, incluir prácticas sostenibles y vencer las barreras de la producción industrial tradicional. En Colgate-Palmolive se destaca la optimización de cargas en el proceso de distribución, la mejora de materiales y el aprovechamiento de los residuos en las operaciones de almacenamiento y logística inversa. Su estrategia busca, entre otros aspectos, la optimización de recursos en la red de distribución, con modelos colaborativos por consolidación de cargas en despacho a compañías como Grupo Corona y Jerónimo Martins (Ara), para aprovechamiento del 100% de los ciclos de ida y vuelta de camiones en la red. Para lograr la efectiva implementación de estas estrategias, la gerente de Visión 30/30 señala que "se deben fortalecer los sistemas de seguimiento y la infraestructura destinada a la gestión de residuos y la implementación de prácticas circulares, así como seguir trabajando en la articulación de los actores públicos y privados para mejorar los esquemas de recolección y generar incentivos que promuevan el aprovechamiento de materiales". Ahora bien, ¿cómo se puede aprovechar el potencial de circularidad en las organizaciones? Para William Vizcaíno, director de operaciones de NYCE en Colombia, se trata del conocimiento a profundidad del producto, de los procesos de la empresa y de las actividades de negocio y su dinámica productiva. "Una de las herramientas que ayuda a las empresas a acercarse a estos modelos de economía circular es la implementación y la certificación de diferentes normas internacionales como la de la Organización Internacional de Normalización que incluye las mejores prácticas a nivel internacional en temas como calidad, medioambiente y ‘compliance’", afirma. Por su parte, Villegas indica que para convertir los procesos de lineales a circulares es necesario tener capacidad de adaptación, innovación y uso de nuevas tecnologías.