Un tanque alemán dejó a PSG en el piso y lo obliga a una remontada en París

"El vestuario está un poco deprimido, sobre todo después de lanzar dos tiros a los postes (de Kylian Mbappé y Achraf Hakimi)", admitía el técnico Luis Enrique, quien decoró la antesala de la jornada con una frase provocadora. "La prensa no sabe casi nada de fútbol".
A PSG se le movió el piso, porque Borussia Dortmund lo arrinconó por largos pasajes, soltando una variedad de futbolistas para echar mano a todos los registros: habilidad y freno (Adeyemi y Sancho), volantes con ruptura (Sabitzer y Brandt), defensores capaces de conducir y lanzar (Hummels y Schlotterbeck), un medio que equilibra (Can), todo armonizado bajo una idea. Como buen equipo alemán, un '9' con músculo y chocador. Niclas Füllkug, un centroatacante que ya anda por los 31, criado en la cantera del Werder Bremen y que hasta hace no mucho jugaba en la Bundesliga 2, le rompió el arco al italiano Gianluigi Donnarumma para marcar la diferencia, tras correr al espacio en un achique de los galos y luego de un pase magistral del zurdo Schlotterbeck hasta meter un zapatazo izquierdo al primer poste (36').
"Estamos a 90 de Wembley", se envalentonó el funcional Füllkrug, mientras su jefe, Edin Terzic, cuyo mérito fue reducir el radio de Mbappé, proclamó: "Fuimos valientes y logramos lo que queríamos".
Apuró el PSG en la segunda parte, cuando Vitinha se liberó del barullo y Fabian Ruiz llegó al área rival en busca de dos balones aéreos. Lo tuvo el alicaído Dembélé en otra, pero el Dortmund también tiene repliegue de obrero. "Sabemos que podemos revertir la llave", alertó el zaguero Marquinhos, que tuvo un cruce de caudillo ante Brandt para evitar una derrota más amplia.
''Jugamos un partido maduro. Sí, corrimos más (119.7 kilómetros contra 110 del rival). Hay que hacerlo para vencerlos. Iremos a ganar a París". MATS HUMMELS, defensor del Dortmund.