Reforma para otro gobierno

Horacio

Ayala Vela
El presidente Petro ha anunciado la intención de presentar otro proyecto de ley de reforma tributaria, en esta ocasión para revertir la decisión adoptada en 2022, que incrementó el impuesto sobre la renta de las sociedades. Igual que en proyectos anteriores, los menores recaudos serían compensados con el incremento de la tributación de las personas naturales. Entre los argumentos que sustentan la idea, el mandatario se ha quejado de las decisiones de la Corte Constitucional, que en su criterio redujeron los recaudos inicialmente esperados. Seguramente se refiere a los fallos relativos a la no deducción de las regalías. Lo primero que llama la atención de esta propuesta, es que el proyecto se presentaría al Congreso en 2025. Según dispone la Constitución, las leyes relativas a los impuestos "no pueden aplicarse sino a partir del período que comience después de iniciar la vigencia de la respectiva ley …". Es decir, que una reforma tributaria expedida en 2025 sólo tendría efectos reales sobre el impuesto de renta a partir del año gravable 2026, cuyas declaraciones se presentan y pagan en 2027. Queda entonces la duda, de si se está pensando en facilitarle el camino al presidente que se elija en 2026 (o quizá en una nueva Constitución que incorpore la reelección inmediata). El ministro de Hacienda también ha hecho eco de la idea de una nueva reforma tributaria, para reducir el impuesto a las sociedades y compensarlo con otra elevación de los gravámenes a las personas naturales. En apoyo de esta alternativa, repite el ya trillado argumento de que en los países avanzados las sociedades tributan sólo una cuarta parte de lo que aportan las personas naturales. El Ministro de Salud comparte la idea, pidiendo apoyo para otra reforma tributaria, pero además agrega que "… hay que poner a los empresarios a pagar la plata que dejaron de pagar…" (El Tiempo 13 de abril). Pareciera que los funcionarios viven en otro planeta, porque ignoran que las empresas -en gran número constituidas como sociedades- pertenecen a personas, que se suelen denominar socios o accionistas. De manera que cuando se pagan los impuestos sobre la renta de las sociedades, esos impuestos disminuyen las ganancias de sus dueños, quienes tributan a través de ese mecanismo, además de los gravámenes que pagan sobre los dividendos y participaciones que reciben. Otra cosa es que los impuestos se diluyan o se evadan, pero para eso están los mecanismos de control de que dispone la administración tributaria, con el valioso apoyo de la informática y la inteligencia artificial. En Colombia posiblemente no se ha utilizado en forma adecuada la tecnología, lo que ha traído como consecuencia que los únicos que pagan todos sus impuestos son los asalariados, razón por la cual los gobiernos y los congresos insisten en aumentarles las cargas cada vez que se habla de reformas tributarias.
Consultor privado.