Domingo, 19 de Mayo de 2024

Ojo con el arte de Seba Calfuqueo

ChileEl Mercurio, Chile 8 de mayo de 2024

Su obra está en la exposición central de la 60ª Bienal de Venecia. Y también en estos días exhibe una video performance en el Museo Whitney de Nueva York.

"Pasar a ser una voz válida ha sido algo muy extraño para mí. Me ha costado, pero veo que existe una decisión de instalar voces como la mía. Eso es lo importante", dice Seba Calfuqueo (1991). Entre un punto y otro, entre no ser tan considerada y entrar a los museos más relevantes del mundo, la artista mapuche trabajó con vehemencia durante una década en la confección de un cuerpo de obra que recoge su herencia cultural, instala una mirada crítica en torno a la posición del sujeto mapuche en el Chile actual, y convoca a pensar temas como identidad, estereotipos, feminismo y disidencias sexuales.
Ya tiene más de 30 obras, entre instalaciones, cerámicas, performances , dibujos y videos. Algunas están en las colecciones de instituciones de gran peso, como el Centro Pompidou (París), el Thyssen-Bornemisza (Madrid) y el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires. También en Chile, en el MAC y el Museo Nacional de Bellas Artes.
Calfuqueo, que recibió el Premio de la Municipalidad de Santiago (2017) y el de Fundación FAVA (2018), viene llegando a Santiago tras participar en la inauguración de la 60ª Bienal de Venecia, curada por el brasileño Adriano Pedrosa. Allí, y en el marco del "Disobedience Archive", proyecto colectivo del italiano Marco Scotini, expone "You will never be a weye" (2015), la performance con la que se hizo conocida en el medio chileno. La artista aparece vestida de machi , pero enfatizando los rasgos y la actitud del "machi weye", que, al transitar entre lo femenino y lo masculino, no se regía por el binarismo de género.
El video se exhibe en Italia junto a performances de Carlos Motta, Ursula Biemann y Pedro Lemebel, entre otros, y es la obra de Calfuqueo que más circulación ha tenido. De hecho, está en la colección del Centro Pompidou y de Il Posto en Chile.
"Mostrar mi primera performance en Venecia tiene un simbolismo súper importante, tal como estar junto con Lemebel", reconoce Calfuqueo. Después de egresar del Liceo Manuel Barros Borgoño -etapa en la que se asumió como mujer transgénero- se formó en la Universidad de Chile. Hoy se considera privilegiada por haberse convertido en artista: "No me acuerdo de haber ido a un museo cuando era niña, porque mis papás, que son feriantes y personas de muchísimo esfuerzo, trabajaban de martes a domingo. El único día que ellos tenían libre, el lunes, los museos estaban cerrados. Siento que el arte fue algo que me llegó y que de alguna manera aprendí a navegarlo al poco tiempo".
Crucial fue el rol de Johanna Berríos, profesora del liceo y hoy mano derecha de Calfuqueo: "Fue mi revelación al mundo del arte. La conocí cuando ella era practicante y yo estaba en segundo medio, y luego fue mi profesora en tercero y cuarto medio. Mi vida cambió con ella". Asimismo considera que ha tenido otros apoyos trascendentales en su trayecto. Habla de la curadora Mariairis Flores -la animó a mostrar su primera performance en 2015 y con ella comparte la curaduría de la sala de exposición Espacio 218-; de Patricia Ready, fundadora de la galería de arte que trabaja con Calfuqueo en Chile; Sergio Parra, librero y director artístico de Il Posto, y Diego Argote, artista visual.
La de Venecia no es la primera bienal de Calfuqueo. Entre otras, ha estado en la de São Paulo, del Mercosur y la del Museo Whitney de Nueva York, que abrió al público en marzo, con obras de 70 artistas de distintos países.
Allí presenta "Tray tray ko", video performance vinculada al territorio mapuche, a la fluidez del agua y del género, y la experiencia, para ella, ha sido impactante. Cuenta que en la inauguración había más de cinco mil personas y que los seguidores de sus redes sociales crecieron exponencialmente. "Acá somos cuarenta 'pelagatos' que nos conocemos todos y nos vemos las caras todo el tiempo. Allá, en cambio, fue impresionante la escala, algo brutal. Para mí fue fuerte el sentimiento de ver mi obra a ese nivel: con proyectores y salas de esa envergadura, con tres mil visitantes al día... Otro hito: soy una de las primeras latinoamericanas en estar en la Bienal del Whitney, porque antes era un encuentro solo para autores estadounidenses y ahora lo abrieron, y el museo adquirió la obra, así que, además, estoy en esa colección", remata.
La Nación Argentina O Globo Brasil El Mercurio Chile
El Tiempo Colombia La Nación Costa Rica La Prensa Gráfica El Salvador
El Universal México El Comercio Perú El Nuevo Dia Puerto Rico
Listin Diario República
Dominicana
El País Uruguay El Nacional Venezuela