La enfermedad inflamatoria intestinal, una compleja afección que va en aumento en el mundo

Dolor y distención abdominal, diarrea y pérdida de peso son algunos de los molestos síntomas que se manifiestan con la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), un término que se utiliza de manera general para describir a diversos trastornos que implican inflamación de los tejidos del tracto digestivo de manera crónica.
Los dos tipos más comunes de EII son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Se trata de una afección cuya prevalencia ha aumentado exponencialmente en el mundo, por lo que médicos de varios países están alertando al respecto.
"Nos estamos dando cuenta de que la enfermedad inflamatoria intestinal está aumentando de manera exponencial a nivel global", dice Victor Chedid, gastroenterólogo de la Clínica Mayo en Minessota (EE.UU.), quien esta semana se reunió con la prensa de América Latina para abordar este tema.
"Antes se pensaba que era una enfermedad de europeos nativos, caucásicos y de individuos con herencia askenazi, pero en los últimos diez años hemos visto un crecimiento muy rápido en todo el mundo, y ya tenemos millones de casos a nivel global", agrega.
Un estudio publicado en The Lancet Gastroenterology & Hepatology da cuenta del alza progresiva. El trabajo concluyó que la tasa de prevalencia de EII subió a nivel mundial de 79,5 por cada 100 mil habitantes en 1990 a 84,3 en 2017.
Otra investigación, realizada en 2021 por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de EE.UU., analizó la patología específicamente en adultos mayores y concluyó que esta ha aumentado de forma constante en las últimas dos décadas.
Tras examinar los datos de más de 23 millones de personas de 67 años o más, los autores del trabajo vieron que el número de casos de enfermedad de Crohn creció anualmente entre 2001 y 2018 un 3,4%, mientras que la colitis ulcerosa aumentó un 2,8%.
En Canadá han reportado un fenómeno similar: un análisis de seis provincias, dirigido por el Consorcio Canadiense de Epidemiología Gastrointestinal, concluyó que la prevalencia de la EII se ha elevado vertiginosamente desde 2002. En ese año, la prevalencia era de 400 por cada 100 mil personas, pero para 2014 había aumentado a 636.
En el país
Especialistas locales aseguran que esta tendencia también se deja ver en Chile, aunque advierten que faltan estudios y datos oficiales de prevalencia.
"Hace diez años eran contados los casos que se veían al año de estas enfermedades, pero ahora se ven mucho más", dice Solange Agar, gastroenteróloga de Clínica Alemana.
"Es probablemente debido a esto que ahora se ha empezado a trabajar en un registro nacional desde el Ministerio de Salud; y se cree que estamos con 15 mil pacientes actualmente en Chile", añade la especialista.
Coincide Rodrigo Irarrázaval, gastroenterólogo de Clínica Dávila. "Efectivamente hemos constatado que cada vez se está diagnosticando más este grupo de patologías. De hecho, en Chile se ve que cada vez que se abre un programa de control de enfermedad inflamatoria intestinal, se va llenando muy rápido de pacientes", dice el médico.
Un estudio realizado por la U. Católica en 2016 ya alertaba sobre el avance de la enfermedad. Buscando una aproximación al aumento de los casos, el Departamento de Cirugía Digestiva de la Facultad de Medicina UC realizó una investigación considerando todas las instituciones de salud de Chile y descubrió que entre 2001 y 2012 casi se duplicaron las hospitalizaciones por EII. La mayoría de ellas correspondió a colitis ulcerosa.
Pese a su crecimiento, se trata de una afección que aún se considera compleja y de difícil diagnóstico, explican los entrevistados. Esto, principalmente debido a que puede presentarse de manera muy variable en los individuos, requiere por lo general de una combinación de exámenes y los síntomas pueden ser inespecíficos, además de que suele confundirse con otros cuadros, como el síndrome del intestino irritable.
Estilo de vida
Sobre las causas que explican el avance de la enfermedad en el mundo, los entrevistados concuerdan en que esto no está claro aún.
"Una de las razones puede ser la globalización de la dieta, es decir, que más gente a nivel mundial está comiendo más comida rápida y alimentos ultraprocesados", comenta Chedid. Y añade: "Las cadenas de comida rápida están llegando cada vez a más lugares, por ejemplo".
Como consecuencia pueden producirse alteraciones en la microbiota (el conjunto de microorganismos que habita de manera natural en el intestino), lo que también se ha postulado como una posible explicación, agrega Agar.
Otra hipótesis tiene que ver con la teoría de la higiene, comenta Irarrázaval. "A medida que el mundo se ha industrializado, vivimos en ambientes mas higiénicos, preocupados de que los niños no contraigan infecciones, y el resultado sería que el sistema inmunológico se confunde porque no estamos expuestos a gérmenes a los que estábamos acostumbrados y aparecen enfermedades autoinmunes, entre ellas las enfermedades inflamatorias intestinales", dice el médico.
Por otro lado, señalan los entrevistados, hay factores genéticos que pueden predisponer a una persona a desarrollar estas patologías. Sin embargo, añaden, una buena estrategia de prevención es tener una alimentación lo más natural y balanceada posible.
"Siempre le digo a los pacientes que tengan una dieta rica en antioxidantes y fibra, y baja en productos ultraprocesados, azúcares y harinas. No sabemos de una dieta que impida que aparezca esta enfermedad, pero sí sabemos que alimentación saludable y balanceada es importante para tener una buena salud y prevenir enfermedades", puntualiza Chedid.