El fin de YOLO

Miguel Gómez Martínez
Una lectura cuidadosa de los medios económicos internacionales permite identificar dos grandes tendencias: están los que intentan entender si el auge de Wall Street es señal de expansión y los que anticipan que vamos irremediablemente hacia una recesión. Lo cierto es que el crecimiento estimulado por el gasto público del gobierno Biden ha llegado a su límite. También se agota el efecto sobre el consumo derivado de los cheques repartidos por la actual administración durante la pandemia y que se estima en la impresionante cifra de 2 mil millardos de dólares. El frenesí de consumo privado posterior a la pandemia ha sido definido por la sigla "yolo", que significa "you only live once" (sólo se vive una vez) y que refleja un deseo de vivir intensamente después de la larga cuarentena. Este agotamiento de los efectos de este paquete presupuestal explica el aumento del déficit público de los Estados Unidos en un 25 por ciento en el 2023, lo que se traduce en el acelerado crecimiento de la deuda pública. En el 2023, esa economía pagó la impresionante cifra de 800 mil millones de dólares en intereses y este año el monto estará cercano al billón de dólares en el servicio de la deuda. El consumo artificial explica, en muy buena medida, la resistencia de la inflación a bajar lo que impide mayores recortes de la tasa de interés. Los bonos del tesoro a corto plazo confirman que la curva de tasas está invertida anticipando una recesión. La Reserva Federal duda entre seguir manteniendo su política restrictiva o acelerar los recortes para evitar una recesión que muchos consideran como inevitable. El ambiente prelectoral no ayuda pues las opciones presidenciales anticipan una mayor polarización en los próximos meses. Mucha preocupación se escucha sobre los efectos que podría tener el estallido de la burbuja de la deuda relacionada con el sector de comercio y las oficinas. La pandemia golpeó los centros comerciales que hoy están vacíos y existe un saldo de oficinas no ocupadas por el avance del trabajo virtual. Los bancos, especialmente los locales, podrían verse muy afectados por el deterioro de esta cartera hipotecaria. Algunos optimistas creen que el bajo nivel de desempleo y la ruptura de los récords de Wall Street deberían interpretarse como señales positivas. Pero otros, como Warren Buffet, "el genio de Omaha", le apuesta a una descolgada de los precios de todos los activos y acumula la impresionante cifra de 190 mil millones de dólares en efectivo para poder comprar agresivamente cuando las acciones se desplomen. La economía estadounidense está enferma por el bajo ahorro, el desbordado consumo y el torniquete de deuda. Se vienen tiempos difíciles. *** Coletilla: Vergonzosa la campaña presidencial. Tener que escoger entre un patán como Trump y un consumado mediocre como Biden, confirma que la democracia estadounidense pasa por su peor momento histórico.
Consultor empresarial. migomahu@gmail.com