Domingo, 06 de Octubre de 2024

Los artistas que recuperan el patrimonio de Lima con las manos

PerúEl Comercio, Perú 7 de julio de 2024

RESTAURADORES. Nueve escultores egresados de la Escuela Nacional de Bellas Artes restauran y restituyen piezas faltantes de monumentos del centro histórico de la ciudad y realizan réplicas de figuras para rescatar el valor histórico, cultural y estético de las esculturas en el corazón de la capital.

Por JOSÉCAYETANOCHÁVEZ



Ser escultor es una vocación que requiere dedicación y talento para moldear los materiales inertes en expresiones tangibles de ideas, emociones y narrativas. Además de estas condiciones, se necesita una adicional para quienes deseen trabajar en el Centro Histórico de Lima (CHL): sentirse llamado a preservar la riqueza patrimonial de nuestra capital.





Por ello, en el 2020, Prolima, gerencia de la Municipalidad de Lima (MML) que rescata el valor cultural del centro de la capital, incorporó al Equipo de Conservación y Restauración a nueve escultores egresados de la Escuela Nacional de Bellas Artes para recuperar las esculturas de esta área de la ciudad, respetando la concepción original de cada monumento.





?Historia entre sus dedos?





El taller del equipo de escultores de Prolima se encuentra en el antiguo Hospital Real de San Andrés, en el jirón Huallaga, Barrios Altos.





Deyvi Wong, encargado del grupo, explicó a El Comercio que una de las principales tareas que realizan es restituir las piezas faltantes de esculturas públicas cuyos elementos han sido sustraídos o vandalizados. Esto involucra un diagnóstico del estado de deterioro del bien cultural y una propuesta de intervención elaborada por especialistas.





La labor de restitución más importante que han realizado fue la del ?Monumento a la victoria del Dos de Mayo?, situada en el centro de la plaza del mismo nombre, a la cual le faltaba más de 300 piezas: la espada de la escultura de José Gálvez, el asta de la bandera que sostiene la alegoría del Perú, la corona de puntas, los aretes de perla, la cola de caimán de la alegoría de Ecuador, entre otras.





Ante esta situación, en el 2020, los escultores de Prolima iniciaron su labor con el objetivo de devolver el valor original de uno de los monumentos más importantes del CHL. La entrega de su restauración se realizó un año después.





Sin embargo, ya que otras esculturas del CHL se encontraban en la misma situación, el equipo liderado por Wong empezó a trabajar en más espacios. ?A la fecha hemos elaborado y reintegrado piezas de bronce, hierro y mármol de las esculturas de la plazuela del Cercado, el Paseo Colón y la portada e interior de la Alameda de los Descalzos, etcétera?, mencionó Wong.Los nueve escultores de Prolima también realizan réplicas de esculturas ya existentes y de otras que desaparecieron de su lugar original en el CHL. Cada trabajo requiere una revisión histórica del bien cultural a partir de fotografías, grabados, escritos y el conocimiento de profesionales en historia del arte.





Entre las réplicas más importantes destaca la que se hizo de la ?Escultura de la fama? de la pileta de la Plaza de Armas. La pieza original fue elaborada en 1650 y se perdió a inicios del siglo XX.





?En estos casos, luego de revisar fotos y grabados de la primera escultura, se realiza una maqueta para elaborar una estructura de metal que sirva de soporte para la pieza, como un esqueleto. Luego se le agrega arcilla para ejecutar un modelado de acuerdo con los patrones de movimiento, vestimenta y accesorios requeridos. Luego, elaboramos un molde de yeso cerámico, que funciona como un ?negativo? de la escultura?, detalló Wong.





?Una vez que se tiene el molde listo, se procede con el vaciado. Según el caso, se utiliza resina, fibra de vidrio, cemento, yeso, bronce, entre otros. Tras el desmoldeo se obtiene el ?positivo? de la escultura, con lo cual se da paso a los acabados finales que consisten en la unión, pulido y pintado especializado, según se requiera?, añadió.





Por otro lado, la preparación de un molde es el primer paso cuando se quiere repetir una pieza que todavía existe. Por ejemplo, durante la investigación histórica previa a la restauración de la deteriorada fuente de la plaza Italia, en Barrios Altos, se encontró que esta tenía una ?pileta gemela? ubicada en la plaza de Concepción, Junín.





?Viajamos allá para sacar moldes de una serie de piezas de la plaza ?como la escultura de una ninfa y relieves de cabeza de león? gracias a los cuales luego se pudo recuperar de forma integral la pileta de la plaza Italia?, narró Wong.





El equipo de escultores de Prolima también ha elaborado réplicas de las farolas de la plaza Dos de Mayo; la escultura de ?El niño y el pez? de la pileta de la plaza Buenos Aires; y las esculturas de la fe, la esperanza y la caridad, que están en el frontis e interior del renovado hospicio Bartolomé Manrique.





En este 2024, su labor principal ha sido elaborar réplicas de esculturas que originalmente se ubicaron en el frontis del histórico Molino de Santa Clara, en el jirón Áncash, y que hoy se encuentran en el antiguo local de la Biblioteca Nacional: Dante Alighieri, Rafael Sanzio, Miguel Ángel Buonarroti y Galileo Galilei.





Estas figuras se colocarán en el inmueble una vez que su restauración sea una realidad.





?El vecindario como aliado?





El antiguo Hospital Real de San Andrés fue construido en la década de 1550 en la octava cuadra del jirón Huallaga. Es, por lo tanto, un vestigio de los años inmediatos a la fundación de Lima (18 de enero de 1535).





En el inmueble se fundó el Colegio de Medicina y Cirugía San Fernando, que más adelante tomó el nombre de Facultad de Medicina San Fernando de la Universidad de San Marcos.





Funcionó como hospital hasta 1875. Después del cierre del nosocomio, el lugar se convirtió en un hospicio para niños abandonados o huérfanos desde finales del siglo XIX hasta 1974.





Actualmente, Prolima desarrolla un proyecto de inversión pública para la recuperación y puesta en valor del inmueble que tendrá, además, un fin social y educativo: será la sede de la Escuela Taller de Saberes y Oficios Tradicionales.





Luis Martín Bodganovich, gerente de Prolima, indicó a El Comercio que en el antiguo hospital se dictarán cursos de restauración de piezas históricas en diferentes técnicas: pintura mural y yesería, hojalatería y pedrería, cantería, forja y cerería, cerámica y azulejería, vitralería, albañilería, fundición y fabricación artesanal en madera.





De esta manera, los vecinos de Barrios Altos y otros habitantes del CHL podrán trabajar aplicando lo aprendido para preservar el valor histórico de su zona. ?Queremos involucrarlos en la recuperación del Centro Histórico para que, a través de la formación en talleres de restauración, también obtengan empleo?, explicó Bodganovich.





El gerente también mencionó que la recuperación del hospital de San Andrés se iniciaría en los primeros meses del 2025.





Esculturas recuperadas





Cada escultor supera los 17 años de experiencia en la profesión. Entre sus obras más destacadas, también figura su participación en las restauraciones de los teatros Municipal y Segura.

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