Altos niveles de ozono y polen podrían afectar a los deportistas en los Juegos Olímpicos de París

Es probable que durante estos Juegos Olímpicos y Paralímpicos se registren niveles elevados de ozono, un contaminante ambiental e irritante respiratorio, además de polen del césped, si prevalece un clima cálido y soleado. Así lo sugiere un análisis de datos históricos de monitoreo de la calidad del aire para París y sus alrededores durante veranos anteriores, publicado en el British Journal of Sports Medicine.
De esta forma, los atletas podrían verse afectados por factores ambientales, a pesar de estar en general en buenas condiciones físicas.
Respirar contaminación del aire durante el ejercicio puede suponer riesgos para la salud, según los niveles de exposición y las condiciones subyacentes a largo plazo, dicen los expertos franceses que encabezaron el estudio. Los atletas de resistencia son particularmente susceptibles a los síntomas alérgicos, agregan.
Para tratar de estimar el impacto potencial de la calidad del aire en los atletas (y también de los espectadores) durante estos JJ.OO., los investigadores revisaron datos históricos por hora entre julio y septiembre, sobre contaminantes del aire (analizaron los datos entre 2020 y 2023) y polen (2015 y 2022).
Estos se recopilaron de 50 estaciones de monitoreo permanente de la red Airparif para la región de París, y de sensores en la Red de Vigilancia Aerobiológica. Así, vio, por ejemplo, que el polen del pasto era uno de los más comunes.
Eso sí, los investigadores reconocen limitaciones en sus hallazgos, la principal es la falta de mediciones directas en las sedes olímpicas, ya que no todas cuentan con sensores. Los datos tampoco tuvieron en cuenta los cambios imprevistos en el tráfico durante los Juegos.
Según la doctora María Elisa Pereira, inmunóloga del Centro de Enfermedades Respiratorias y Alergias de Clínica Universidad de los Andes, "desde el punto de vista inmunológico, la contaminación ambiental y los pólenes producen irritación en las vías aéreas, sobre todo en pacientes sensibilizados a alérgenos ambientales o aeroalérgenos. En este caso en particular, están en verano, fecha donde aumentan en el aire los pólenes de pastos. Existe un número importante de la población que es sensible a ellos".
Y agrega: "En deportistas que padecen alergias respiratorias como rinitis alérgica, rinoconjuntivitis o asma, la combinación de estos en altos niveles, más la contaminación ambiental, podría exacerbar los síntomas y, en algunos casos, afectar el rendimiento deportivo. En deportistas sanos la contaminación también podría producir irritación y síntomas en la vía aérea, pero en menor medida". Para Pereira, los más afectados podrían ser los deportes "que tienen más componente aeróbico y los que se practican al aire libre, sobre todo los que se realizan en horarios con mayor carga polínica".