Yasmani Acosta asegura plata y buscará el oro contra el ídolo que cambió su vida
El luchador nacionalizado dejó en el camino a un búlgaro, a un egipcio y al chino Lingzhe Meng para avanzar a la definición, que será a eso de las 14:00 horas frente al cubano y tetracampeón olímpico, Mijaín López. "Es mi amigo, mi hermano. Será bonito", anticipa Acosta. "Estoy alegre por esto y triste por estar lejos de mi familia", agregó el segundo medallista del Team Chile en París 2024. Histórico.
Los caminos de la vida, los deportivos, son precisamente los que Yasmani Acosta esperaba e imaginaba.
La ruta perfecta que trazó para llegar a lo más alto el día en que decidió dejar Cuba, bloqueado por la magnificencia de su amigo y compañero Mijaín López, un portento de la lucha grecorromana de todos los tiempos a quien, hoy en París, enfrenta en la final.
Será la primera vez que Acosta se cuelgue una medalla olímpica, en una revancha consigo mismo por el bronce que se le escapó en los Juegos de Tokio 2020. "Sufrí mucho y no quería vivir lo mismo, usé otras técnicas", comentó el deportista.
En la Ciudad Luz cambió la estrategia, entonces, y avanzó desde octavos de final cosechando el mismo marcador (1-1) ante el búlgaro Kril Milov, el egipcio Abdellafit Mohamed y el chino Lingzhe Meng en una disputada semifinal.
Ocurre que en la lucha, "empatando" también se gana, y lo explica Andrés Ayub, quien remató 18º en Londres 2012 (categoría 120k) y fue el mayor soporte de Acosta cuando en abril de 2015 abandonó la delegación cubana para radicarse en Chile para siempre: "Yasmani no marcó puntos técnicos, ejecutados con una técnica de proyección o algún desbalance, dar vuelta al rival o algo. Lo que hizo fue jugar con las tácticas para que le cobren pasividad en contra a él primero, y después al rival. Porque el que hace el último punto, gana. Las tres luchas las ganó así Yasmani. Fue súper inteligente y táctico, distinto a Tokio donde perdió por atacar él primero y ser medio desesperado", estima.
Con el triunfo consumado, la cabeza de Acosta fue una juguera: "Fue raro, sentí mucha alegría y al mismo tiempo tristeza. Alegría porque alcanzar una meta tan difícil que me propuse hace mucho tiempo, muchos años, y triste por estar lejos de mi familia, de mis amigos de mi infancia. Todo logro lleva su sacrificio, y uno sacrifica mucho a veces", reflexionó.
Acosta aseguró la medalla de plata, la segunda presea para Chile en París 2024, y la primera vez desde Melbourne 56 que la delegación consigue preseas en dos deportes distintos. Ese año en Australia fueron la jabalina y el boxeo, ahora Acosta suma la lucha grecorromana al tiro skeet que coronó a Francisca Crovetto el domingo (ver páginas 2 y 3).
En la final que se realizará en el gimnasio montado en los Campos de Marte, Yasmani estará frente a la razón principal por la que eligió defender otra bandera. "En Cuba, estando Mijaín, Yasmani ya no tenía opción en el equipo, era el segundo e incluso tercer hombre, por eso decidió quedarse en Chile. Y logró lo que buscaba y merecía. Ha hecho todos los méritos, ha ganado medallas en mundiales y le faltaba esto, la medalla olímpica que ha buscado por todos lados", explica Ayub.
En cuanto al enfrentamiento con López, leyenda absoluta de la lucha y tetracampeón olímpico vigente, anticipa: "La pelea por el oro está difícil, luchará contra el mejor luchador de la historia de los pesos grandes, pero ellos se conocen desde muy chicos, se saben todas las mañas y Yasmani tiene a favor que es más joven, como siete años, pero la experiencia de Mijaín es única. Él empuja mucho, sabe desplazarse, o sea, llevar pasivo a Mijaín es muy difícil. Si Yasmani es inteligente... Está difícil, sí, pero no imposible, si logra que no lo tiren en el suelo, lo puede complicar. Será una final soñada para ambos", estima Ayub.
Acosta resumió así lo que viene para él: "Es mi ídolo, mi amigo, mi hermano, sé por todo lo que ha pasado. De hecho, todo lo que sé hoy, lo sé por él. Incluso cinco o seis minutos antes de pelear la semifinal, él me estaba dando consejos, tips. Será una final bonita", cerró el segundo medallista olímpico del Team Chile en París 2024.
Desde Melbourne 1956 que Chile no obtenía medallas en disciplinas diferentes durante una misma Olimpiada. Entonces fue plata en jabalina (Marlene Ahrens) y tres en boxeo (plata de Ramón Tapia y bronces de Claudio Barrientos y Carlos Lucas).