¿El ahorro en peligro?

Ricardo Chica
La afirmación de que el ahorro de los colombianos está en peligro por un mecanismo de apoyo crediticio estatal no es seria, está basada en el supuesto de que el esquema necesariamente se va a diseñar e implementar mal (¿o cómo se pone en riesgo?). Como también en un conjunto de supuestos cuya falsedad resulta obvia. Supone que las inversiones por el mercado tienen una más alta rentabilidad social que las acometidas por el Estado (el sistema financiero no puede hacerlo por razones de costos y riesgo). Que no existe ni concentración conglomeral, ni lo extremo de la financialización (recursos a si mismo) y de la concentración (resultante de la inevitable exclusión por riesgo), ni información asimétrica y moral hazard. No es sino un supuesto. Asimismo, el eterno ciclo desregulación-boom-colapso-regulación-desregulación… causado por los financistas que apuestan con dineros ajenos hace ver que asignar al mercado financiero las características de optimalidad de un mercado de bienes competitivo es un despropósito. La idea de un mecanismo que canalice recursos a sectores que siendo prioritarios desde el punto de vista económico o social no tienen acceso al crédito tiene una racionalidad impecable. Asimismo, experiencias de banca de desarrollo en Brasil, China, Japón y Corea la desmienten. Hay pésimas experiencias en Banca de Desarrollo, pero también muy buenas. Lo importante es canalizar recursos a quienes no tienen acceso a él siendo actividades prioritarias social o económicamente, desde una entidad (que puede ser el grupo Bicentenario: Ocampo) en el 2º piso en forma atractiva para la banca comercial en el 1er piso, ella operando con sus criterios sobre costo y riesgo, el subsidio dirigido a compensarla por el costo adicional en ambos sentidos. Así no hay riesgo alguno para el ahorro y decir lo contrario es crear pánico económico (y una plausible corrida bancaria: apenas para Duque, pero no para unos dirigentes gremiales). Aunque no fácil, dirigir ahorro a sectores prioritarios no es necesariamente malo, siendo que el mercado no lo hace, además porque él ni siquiera asigna óptimamente los recursos. La experiencia no es totalmente negativa, incluso en Colombia con Proexport. Y ninguno de los mencionados procesos acelerados de crecimiento del EA hubiera tenido lugar sin desviar ahorro de sectores suntuarios o especulación hacia sectores prioritarios; como el poderío industrial de Brasil tampoco hubiera sido posible sin el BNDES. Así, un mecanismo de este tipo (redescuento), el cual ha sido ampliamente usado, si es bien diseñado e implementado, puede efectivamente contribuir al crecimiento con equidad.
Investigador Desarrollo Economico.