Urgencia de tramitar reforma al sistema político divide a parlamentarios PS, DC y PPD

En el Congreso y el Ejecutivo se está debatiendo el ingreso de una reforma al sistema político, la cual busca evitar la fragmentación de partidos. El senador Alfonso de Urresti (PS) está liderando un proyecto acotado, el cual busca que ingrese prontamente a trámite.
Si bien existiría consenso transversal entre senadores respecto de la necesidad de una reforma y, a grandes rasgos, su contenido, ahora surge otra duda en el Congreso, en torno a si es el mejor momento para debatir esta materia.
El senador De Urresti ha insistido en que cree que lo mejor es que se debata antes de las elecciones de octubre "para no contaminarlo con los resultados electorales", según planteó ayer a "El Mercurio".
Y respecto de dichos plazos, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, dijo que "el Ejecutivo siempre va a estar abierto para incorporar otros elementos al debate porque tenemos la convicción de que se puede caminar y mascar chicles al mismo tiempo".
"Entendiendo que tenemos muchas prioridades y muchas urgencias que abordar para, uno, satisfacer demandas pendientes por parte de la ciudadanía que se arrastran durante décadas; y, en segundo lugar, todo lo que nos permita también fortalecer la democracia y sus capacidades tanto en el plano de funcionamiento político como también desde el plano de funcionamiento de toda institución", mencionó.
Al igual que De Urresti, el senador Juan Luis Castro (PS) también plantea que "debiera sí o sí hacerse antes del 27 de octubre próximo, porque después se entra en el ciclo electoral presidencial y parlamentario y haría imposible una reforma así, porque se sentirían amenazados determinados sectores".
Y el diputado Nelson Venegas, subjefe de la bancada PS, agrega que "es urgente" que se haga "ahora" la reforma: "De no realizar un cambio al sistema político, o a lo menos modificaciones al sistema electoral, estamos frente a una crisis política. La política no está resolviendo los problemas urgentes de la ciudadanía, y a diario se desacredita la democracia y sus instituciones fundamentales, por imposibilidad de llegar a acuerdos, y porque definiciones del Ejecutivo no cuentan con mayoría parlamentaria para hacer que programas sean mínimamente cumplidos, perdiendo la confianza de electores con sus elegidos".
"Una reforma exprés es antidemocrática"
Sin embargo, en el Congreso hay voces que discrepan de los tiempos. Una de ellas es el senador Iván Flores (DC), quien menciona que "es muy posible que la ministra pueda masticar chicle y caminar al mismo tiempo, pero en materia de reformas políticas hay que considerar la oportunidad y la efectividad de la propuesta. Si se han tardado más de dos años en presentar una reforma al sistema político, ¿por qué hacerlo exactamente contra los últimos plazos de una elección tan importante como son las elecciones comunales y regionales?".
Y agrega: "Creo que eso puede generar una distorsión en el escenario de debate y que pueda terminar tal vez en un proyecto que es distinto o no tan efectivo como el que quisiéramos si no estuviéramos con elecciones de por medio. Yo creo que cualquier reforma al sistema político debería hacerse sin que nadie, ni los unos ni los otros, esté con la calculadora en la mano".
Similar opinión tiene el senador Pedro Araya (PPD): "Creo que las reformas al sistema político, así como al electoral, no debieran discutirse en medio de procesos electorales. Me da la impresión de que ese es un tema de alta relevancia para nuestra democracia y requiere de otro escenario para lograr acuerdos de peso y basados en la confianza. En la actualidad, y lo vemos a diario, lo que se necesita es poner el énfasis en la seguridad. Eso es lo que la gente tiene en el primer lugar de sus necesidades".
Así también el diputado Jaime Araya, jefe de la bancada PPD-Independientes, consigna que "las reformas políticas solo les interesan a los partidos políticos, están últimas entre las prioridades del país. Una reforma exprés es antidemocrática (...). Es tan fuera de lugar, que incluso podría ser una bomba de humo para tapar la postergación del proyecto de reforma de nombramiento de jueces".