Ocho especies de aves que solo viven en Chile se pueden avistar en la zona central

Chile tiene 12 especies de aves endémicas, es decir, que solo habitan en el país. Y ocho de ellas se pueden encontrar en la zona central. Estas Fiestas Patrias podrían ser una buena oportunidad para avistarlas y, de esa forma, conectar con la fauna nacional.
De hecho, Juan Salazar, ornitólogo y coordinador del Programa de Educación para la Conservación de la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC), dice que en esta época, iniciando la primavera, "aumenta la actividad de las aves, porque muchas especies están empezando sus conductas reproductivas: buscando parejas y formando el nido. Por lo tanto, van a estar vocalizando, y eso facilita su observación".
Ana María Venegas, ornitóloga y socia de la Unión de Ornitólogos de Chile (AvesChile), explica que las ocho aves endémicas que se pueden ver en la zona central son la perdiz chilena, el choroy, el canastero, la chiricoca, el churrete costero, el churrín del norte, el tapaculo y la turca.
La perdiz chilena -un ave de alrededor de 30 cm de largo, con un patrón de colores ocres y grises en el dorso y un pico curvado- suele habitar tanto matorrales nativos como también cultivos agrícolas, como viñedos, dice Venegas.
Se puede observar en lugares como el Parque Nacional La Campana, Parque Tricao (ambos en la Región de Valparaíso), Parque Nacional Río Clarillo, Parque Yerba Loca, Parque Mahuida y Santuario de la Naturaleza El Arrayán (todos en la Región Metropolitana).
El canastero también se puede avistar en estos parques y en el Santuario de la Naturaleza Quebrada de Córdova (Región de Valparaíso). "Tiene tonos café, una línea blanca sobre el ojo y el pico corto. Puede vivir en los arbustos y en árboles y, a veces, baja al suelo", dice Salazar.
En tanto, el choroy, un loro chileno con coloración verde a verde oscura y un parche de color rojo en la cara, "es una especie que está más asociada a bosques o sectores agrícolas con presencia de vegetación arbórea", comenta Venegas. Los interesados podrían visitar el Parque Nacional Río Clarillo para intentar avistarla.
Mientras que la chiricoca, de colores café terrosos y garganta blanca, "habita en roqueríos cordilleranos, está muy asociada a los cerros de la precordillera", indica Salazar. Por eso, un buen lugar para conocerla "es camino al embalse El Yeso (Región Metropolitana). En los roqueríos al borde del río, uno puede encontrarla sobre rocas o arbustos cercanos a estas", precisa. Otro lugar donde intentar verla es en el Parque Yerba Loca.
El churrete costero "solo se asocia a playas rocosas del borde costero", acota Venegas. Por eso, esta ave de color negrusco ahumado, garganta blanquecina y una línea sobre el ojo de color claro, "se puede encontrar en toda la costa de la zona central, en todos los lugares que tengan roqueríos, como la costa de Concón, Viña del Mar, etc.", dice Salazar.
Por su parte, el churrín del norte se caracteriza por "tener la cola erguida, es de color negro oscuro y bastante pequeño (alrededor de 12 cm de largo)", explica Salazar. "Habita cerros y quebradas con abundante vegetación arbustiva", añade Venegas. Por ello, se puede intentar avistar en el Parque Nacional La Campana, Parque Tricao, Parque Mahuida, Santuario de la Naturaleza El Arrayán, Parque Yerba Loca y el Santuario de la Naturaleza Quebrada de Córdova.
En tanto, el tapaculo y la turca son similares, pero la turca es de mayor tamaño. "Son aves de cola relativamente pequeña y erguida, y tienen un cuerpo redondo y corto, de colores café rojizo. Tienen unas patas bastante grandes también, sobre todo la turca, que es más caminadora. El tapaculo habitualmente vuela un poco más y se encuentra dentro de los arbustos. A la turca le gusta correr y subirse a la roca, rara vez vuela", apunta Salazar. Ambas se podrían avistar en los mismos lugares mencionados para la perdiz chilena.
Sobre el mejor horario para avistar las aves, Venegas señala que lo ideal es "temprano en la mañana, entre las 7:00 y las 11:00 horas, o bien en la tarde, entre las 16:00 y 19:00 horas. No obstante, es posible observar aves en cualquier momento, solo que su actividad es menor".
Ropa poco llamativa
Agustín Fuentes, veterinario de Parque Tricao, aconseja, para tener una óptima experiencia de avistamiento, "estar tranquilo y lo más callado posible, si es que uno va a hablar, que sea despacio, porque así no espantamos a las aves. También es clave usar vestimenta de tonos tierra y verdes, no tan llamativos. La idea es tener el menor impacto posible; si es que uno interviene lo menos posible y mantiene distancias prudentes, es más posible tener avistamientos".
Otras acciones clave son poner atención a los cantos y vocalizaciones, lo que ayuda a detectar la presencia de las aves; usar binoculares para poder apreciarlas desde más cerca y con mayor detalle; salir en grupos pequeños y tener una buena guía de campo que permita saber qué especie se está observando, dice Venegas.
Asimismo, es esencial evitar acercarse a los nidos, como tampoco manipular huevos o polluelos; no se debe usar métodos de atracción que alteren el comportamiento de las aves (como el playback , que consiste en poner una grabación de los cantos para atraer a las especies), y tampoco hay que llevar mascotas que puedan espantarlas, perseguirlas o atacarlas, agrega.
Salazar concluye que otra buena idea sería apoyarse en aplicaciones como Merlin Bird ID, "que tiene cantos, lugares y fotografías; incluso te permite registrar e identificar algunas especies con inteligencia artificial. También es buena práctica registrar todo lo que uno ve en estas plataformas de ciencia ciudadana, como eBird, para que esa información quede disponible y así poder hacer investigación y conservación de las aves".