Con una contundente goleada por 5-0 ante Cerro, el equipo de Diego Aguirre sigue prendido a pesar de haber rotado el plantel al punto que Batista hizo un hat-trick y Babi un doblete.
Fin de semana perfecto para Peñarol. Y es que Diego Aguirre rotó el plantel mirando de reojo la vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores y le salió como quería porque el once alternativo que dispuso ante Cerro terminó goleando.
Fueron muchas las bases de esa goleada. Por ejemplo, el gol cuando apenas se jugaba un minuto ayudó y mucho a la confianza, pero a eso hay que sumarle también el olfato goleador de Facundo Batista para anotar tres goles, el gran partido de Alan Medina, la experiencia de Gastón Ramírez y hasta lo bien que aprovechó Matheus Babi los minutos que tuvo en cancha en el complemento para poner un doblete que sentenció la goleada.
Es que Peñarol sumó tres puntos de oro y no solo porque le permiten seguir en racha positiva, sino porque son tres unidades que lo dejan como el único escolta de Danubio en el Torneo Clausura y, sobre todo, porque aprovechó el empate de Nacional para sacarle siete puntos de distancia a su más inmediato perseguidor en la Anual, esa que tanto influye al término de la temporada.
No hay que perder de vista que el contexto del partido cambió por completo cuando el aurinegro anotó rápidamente y todavía más cuando su rival se quedó con 10 hombres, pero en ningún momento se sintió que el entrenador alineó a 11 jugadores que nunca habían jugado juntos un partido oficial y que sin ir más lejos tres de ellos estaban debutando con la camiseta de Peñarol.
Se vio un equipo aceitado y con jugadores que pueden darle soluciones al técnico y con una realidad distinta, incluso, a la que se había visto en aquella jornada ante Cerro Largo que fue empate sin goles y donde la Fiera había probado algo similar.
Más allá de las figuras destacadas que tuvo el aurinegro, también fue interesante el trabajo de Felipe Avenatti que no dio por perdida la pelota que terminó en el primero de los tres goles de Facundo Batista y que no solo hizo el "trabajo sucio" del juego aéreo, sino que también mostró sobradas condiciones con la pelota en sus pies.
El fin de semana fue tan perfecto para Peñarol que incluso Matheus Babi tuvo minutos en cancha y el brasileño se despachó con dos festejos en poco más de 10 minutos en cancha, demostrando que todos pelean por estar en el equipo mirasol.
El hincha se fue del Parque Viera contento por el triunfo, también con la tranquilidad del plantel amplio, pero, sobre todo, con la cabeza ya puesta en el jueves.
El País, Uruguay
23 de septiembre de 2024
