Sábado, 28 de Septiembre de 2024

Los dos frentes

ColombiaEl Tiempo, Colombia 27 de septiembre de 2024


Rafael Herz
Después del atroz ataque del grupo terrorista de Hamas en Israel, el 7 de octubre del año pasado, el gobierno de Netanyahu decidió atacar por tierra y aire la franja de Gaza, con dos supuestos propósitos


Rafael Herz
Después del atroz ataque del grupo terrorista de Hamas en Israel, el 7 de octubre del año pasado, el gobierno de Netanyahu decidió atacar por tierra y aire la franja de Gaza, con dos supuestos propósitos. Rescatar a los rehenes tomados por el grupo islámico, y derrotarlo en cuanto a su poderío militar. Un año más tarde, no se han cumplido esos objetivos. Varios de los rehenes han muerto y la mayoría sigue en cautiverio, y Hamas sigue siendo un grupo con poder político y militar. Por su parte, Hezbolá, otro grupo paramilitar financiado y equipado por Irán, lanzó ataques con misiles desde sus bases en el Líbano hacia el norte de Israel, en "solidaridad" con Hamas. La consecuencia de esos ataques fue el desplazamiento de unos 70.000 habitantes civiles del norte de Israel. La continuación de esos ataques con más vehemencia, ha implicado que Israel haya decidido abrir un segundo frente en el Líbano, adicionalmente a la invasión en Gaza. Primero, usando explosivos en aparatos de comunicación de los militantes de Hezbolá que causaron que muchos fueron heridos y unos pocos asesinados. Más recientemente, Israel ha decidido atacar posiciones de Hezbolá con ataques aéreos en el Líbano. Y, al igual que en Gaza, ha resultado en un alto costo de vida civil, al haber fallecido cientos de personas inocentes, muchos de ellos niños y mujeres. Ahora, en paralelo a Gaza, las fuerzas militares israelíes están contemplando iniciar una invasión terrestre en el Líbano. Igual que en el caso de Hamas, es poco probable que Israel logre exterminar un grupo cuya estrategia se basa en aspectos de guerrilla y terror. Israel ha decidido abrir un segundo frente militar. Como en tantos otros casos históricos, existe un alto riesgo al tener que dividirse en dos frentes, perdiendo fuerza, capacidad de respuesta, y afectando la moral de los soldados. Israel tendrá que asumir estos riesgos, a los que se suma un alto costo económico. Pero el reto más importante de Israel no está en abrir dos frentes militares. El frente más importante para una democracia como Israel debe ser lograr la superioridad ética y moral que implica lograr la paz, la vida sin miedo de sus habitantes, y el respeto por la vida de los civiles palestinos y libaneses. Eso no se logra con la demostración de poderío militar, sino con una negociación firme y con posiciones determinantes. Es hora que ese frente se vuelva el núcleo de la política israelí, y no el militar, para lo cual se requiere un cambio de gobierno en Israel. Mientras Netanyahu defienda su estancia en el poder para evitar un juicio por corrupción, su única salida es continuar con una guerra que no ha logrado los objetivos trazados, y no permitirá la convivencia pacífica en el Medio Oriente. Es necesario darle la oportunidad a una negociación que tenga como fin la paz, y eso se logrará si los valores democráticos sobre los cuales ha sido construida Israel se imponen y rechazan la continuación de un gobierno corrupto y extremista.
Analista Internacional.
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