Aránguiz no contestó a Gareca, el llamado a Arias y un listado de "gusto popular"

Dicen en Juan Pinto Durán que Ricardo Gareca no consume prensa deportiva. "Pero le cuentan y está al tanto de todo", advierten en Macul.
Supo, en consecuencia, de las críticas que generó la jornada eliminatoria ante Argentina (0-3) y Bolivia (1-2). Cada día más empapado del medio chileno, en la última conferencia de prensa, el viernes pasado, dejó una frase llamativa: "Nosotros llegamos a Chile y hemos tratado de contactarnos con todos los muchachos, y algunos no contestan. Me llamó la atención en determinado momento que no me contestaran, nunca antes me había pasado, pero esas son cosas que uno respeta".
"Si lo dijo fue porque quería que se supiera. De lo contrario no decía nada", es la conclusión del búnker rojo.
"El único jugador que no contestó fue Charles Aránguiz, y eso ha pasado desde que llegó Gareca", agregan. Lo había manifestado el mismo seleccionador cuando entregó la nómina para la Copa América: "No pudimos hablar, pero no por una cuestión mía", expresó en referencia al volante de Universidad de Chile.
Nada nuevo en la Roja. Hace unos días Juvenal Olmos, DT de la selección entre 2003 y 2005, recordó haber vivido una situación similar a la de Gareca: "Fuimos a la ciudad donde vivía un futbolista. Muchos jugaban en Italia. Fuimos allá y el tipo llegó a esconderse de la presencia de Marcelo Oyarzún (preparador físico) y mía. Se escondía".
No quiso mencionarlo ("tengo códigos", argumentó), aunque se trataría de David Pizarro.
El de Aránguiz no fue el único número que marcó el "Tigre". También se comunicó con Gabriel Arias para explicarle su ausencia en el listado. Y el meta de Racing entendió el discurso.
Con Arturo Vidal, en cambio, no hay diálogo. Para Gareca el mediocampista es "crack, crack", pero le cayó bastante mal cuando el colocolino dijo "este h... no ve la Libertadores. Parece que solo ve los partidos del fútbol argentino". Oscar Ruggeri -campeón del mundo con Argentina en 1986 - se comunicó con Gareca y le dijo que lo iba a defender en ESPN. Y así fue: "Vidal no puede dirigirse así al entrenador de la selección de su país", expresó el "Cabezón".
De todos modos, el "King" era carta para Gareca. "En la pizarra que tiene en su oficina aparecen todos los jugadores posibles. Hasta tres o cuatro por puesto, según la posición. Y Vidal aparecía", sostienen cercanos al cuerpo técnico. ¿Qué pasó? Después de la eliminación de Colo Colo de la Copa Libertadores, el dos veces campeón de América declaró: "Vienen dos partidos difíciles (Brasil y Colombia), pero no quiero hablar de la selección, quiero enfocarme en Colo Colo. Tenemos tres partidos durante la fecha FIFA y quiero estar en Colo Colo para acercarnos a la U y meterle presión".
Gareca decidió no citarlo.
Un llamado que esperó el DT y nunca llegó fue el de Claudio Bravo. El meta formado en Colo Colo no avisó que dejaba el fútbol. Al igual que Mauricio Isla, Thomas Galdames y Alexis Sánchez, que no tenían dónde entrenar, tuvo las puertas abiertas para ejercitarse en Pinto Durán.
Al exportero del Betis se le invitó, pero solo fue a saludar.
"Si no jugaba y no tenía club, era imposible llamarlo. Por eso no estuvo con Argentina y Bolivia", explican.
En esta pasada, Gareca hizo una nómina de gusto más popular o menos expuesta a la crítica. Por eso citó a jugadores de Universidad de Chile (Matías Zaldivia, Marcelo Morales, Fabián Hormazábal y Maximiliamo Guerrero) y a Luciano Cabral; por eso dejó fuera a Mauricio Isla y Jean Meneses (muy cuestionados por el nivel ante Bolivia).
Calendario de miedo
En el fútbol chileno hay temor por el futuro de la selección.
Y los cálculos no son nada de optimistas. Tras perder con Argentina y Bolivia, los duros enfrentamientos ante Brasil y Colombia ahora en octubre, más la fecha FIFA de noviembre que se inicia con Perú de visitante y se cierra con Venezuela de local, el temor es que la Roja llegue al último partido del año sumando frustraciones, fuera del Mundial y ejerciendo la localía con tribunas vacías.
Mezcla fatal.
¿Y Gareca? El DT ha confidenciado que pretendía una realidad como la que vivió en Perú, "cuando los equipos del país cedían a los jugadores del medio local una semana antes de la fecha FIFA y eso acá no pasa".
Su contrato con el fútbol chileno es hasta el fin de las eliminatorias. Pero existe una cláusula que libera a la ANFP de la indemnización: Chile debe quedar sin posibilidades matemáticas de anotar su nombre en la próxima Copa del Mundo.
Si lo anterior ocurre en el proceso en curso, no habrá tiempo para buscar un nuevo DT y será Nicolás Córdova, actualmente en las divisiones inferiores, quien deberá tomar el cargo.