ARTBO, la gran feria de arte colombiana en construcción
Frida Juárez, enviada
BOGOTÁ, Colombia, octubre 1 (EL UNIVERSAL)
Frida Juárez, enviada
BOGOTÁ, Colombia, octubre 1 (EL UNIVERSAL).- "Dios bendiga a los coleccionistas", esta es la frase que daba la bienvenida a la histórica Galería de la oficina de Alberto Sierra -galerista y uno de los gestores culturales más notables de Colombia-, y que es apropiada para hablar sobre la más reciente edición de ARTBO, la feria de arte celebrada en Bogotá, del 26 al 29 de septiembre; sin los coleccionistas, difícilmente este encuentro se mantendría como hasta ahora. Construir el mercado de arte colombiano ha sido una tarea que ha requerido tiempo y participación de varios actores, y sobre esto reflexionó la feria en una edición que fue del pasado al presente y al futuro.
Este evento, que cada año reúne a coleccionistas, galeristas, artistas, curadores, directores de museos, académicos y público en general, de Colombia y del resto del mundo, celebró su 20 aniversario.
Se trata de una feria de arte peculiar. En sus cinco niveles alberga una gran diversidad de propuestas. Se podría decir que ARTBO es como si en un mismo espacio estuvieran los encuentros más importantes de arte de la Ciudad de México: Zona Maco -que es la sección principal donde se hace la venta de arte más tradicional con stands de galerías-, Feria Material -que vendría siendo la sección de Proyectos-; Salón ACME -la sección de Artecámara con las propuestas más arriesgadas de artistas emergentes-, y Todo Mundo o Art Index Book Fair, similares a Libro de artista, sección de la feria colombiana donde se aborda la parte editorial del arte.
Además, en ARTBO se lleva a cabo una serie de conversatorios y mesas de diálogo con especialistas de todo el mundo.
En esta edición participaron figuras como Louis Bernard, directora de Obama Presidential Center Museum; Elena Ketelsen González, curadora del MoMA PS1; Carolina González, directora de la Fundación del Museo Reina Sofía; Juan Canela, curador en jefe del Museo de Arte Contemporáneo de Panamá; y Zeynep Oz, curadora de la Bienal de Sharjah 2025, entre otros.
"La escena artística colombiana es muy fuerte. Hay artistas de diferentes generaciones que son realmente sobresalientes, tanto localmente como en el panorama internacional. Hay un trabajo muy profundo sobre diversas temáticas, como la violencia política y social, y también sobre la violencia urbana, y al mismo tiempo sobre otros temas que tienen que ver con el género, con los pueblos originarios. Creo que es un arte sumamente relevante en América Latina", señala Amanda de la Garza, subdirectora del Museo Reina Sofía.
Para De la Garza, en ARTBO hay una elaboración bastante compleja y sofisticada sobre la historia política de Colombia y sobre el tema de la representación de la imagen, la relación con el territorio, desde un punto de vista social y político.
El viaje en el tiempo que realizó la feria al pasado se abordó en la exposición Siga usted, descrita por los asistentes como "digna de museo" que robó el show este año.
El curador mexicano Pablo León de la Barra, quien trabaja en el Guggenheim de Nueva York, y María Wills, curadora colombiana independiente, realizaron una investigación sobre las galerías colombianas que marcaron un antes y un después en la escena.
Las 14 galerías están extintas, pero sus aportaciones crearon bases para que hoy exista el mercado de arte colombiano.
La muestra presentó la historia de la galería y sus propietarios, así como obras de arte y archivo. El recorrido inició con la Galería de Arte. Foto Estudios Leo Matiz, fundada por el famoso fotógrafo colombiano Leo Matiz y donde su amigo Fernando Botero expuso por primera vez. En la muestra se exhibió Las peinadoras, un Botero de la primera época, mucho antes de que el artista encontrara su emblemático estilo.
Así como en el pasado, galeristas apostaron por impulsar el arte de nuevos creadores y acogieron arte disruptivo. Wills consideró que en ARTBO se hace un ejercicio similar con su sección de Artecámara, donde se mostró la propuesta artística de jóvenes creadores.
El tema de la sección fue la incertidumbre del presente y el azar del futuro, por eso tuvo como título "Una moneda al aire". Los artistas participantes en esta sección fueron elegidos a través de una convocatoria nacional; y contó con la curaduría de Ximena Gama, curadora del programa público de la Biblioteca Nacional de Colombia.
"Las propuestas son arriesgadas y distintas entre sí, pero dialogan una con la otra, cosa que creo se hace porque hay preguntas generacionales atravesando. Hay un momento de incertidumbre total y de crisis y básicamente todo está echado a la suerte. Estos artistas están parándose en la incertidumbre del presente y hay quienes miran al pasado y hacen revisiones históricas, y hay otros que trabajan con una visión radical hacia el futuro", dijo Gama, durante una charla.
El camino para seguir para el futuro del mercado del arte colombiano podría guiarse por la frase de Rita de Agudelo, directora de la Galería San Diego: "A la clase emergente le faltan 10 años de cultura para adquirir sensibilidad artística".