El Gobierno festejó el apoyo gremial
El discurso del jefe de la CGT, Hugo Moyano, fue bien recibido por Cristina Kirchner
El discurso del jefe de la CGT, Hugo Moyano, fue bien recibido por Cristina Kirchner. No le molestó, precisamente, que presionara por la reelección de la Presidenta; ni por más "cargos en las listas" de candidatos legislativos para las elecciones del 23 de octubre, ni que reclamara al Congreso la sanción de la ley de participación de los trabajadores en las ganancias empresarias.
"Moyano estuvo muy bien en general", dijo a La Nacion el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
La Presidenta observó por televisión el acto de la avenida 9 de Julio en su residencia de El Calafate. "Las palabras de Moyano le cayeron bien a la doctora", comentó un operador, con jerga pingüina y llegada directa al refugio patagónico de la Presidenta.
Sobre la exigencia por el reparto de ganancias, la Presidenta formuló un comentario en la intimidad: "Fue un pedido para el Parlamento, no para mí".
Dentro del Gobierno, según pudo saber La Nacion, los términos del discurso del Día del Trabajador eran conocidos de antemano por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, el principal nexo con Moyano. "De Vido ya sabía todo", aseguraron.
La Presidenta logró su objetivo: evitó su foto al lado de Moyano porque considera que es un desgaste innecesario ante los sectores medios si confirma su intención de buscar la reelección en las elecciones del 23 de octubre. Pero, al mismo tiempo, envió una calurosa adhesión escrita, que se leyó en el acto de la CGT, y ordenó a todo su Gabinete subirse al palco para no debilitar la alianza con la central obrera, también clave para los comicios.
¿Cómo cayó a la Presidenta el pedido por la reelección? "Nada. Es uno más", dijo un operador del Gobierno. Randazzo señaló: "Lo tomamos bien, muchos queremos lo mismo".
Y el reclamo por más cargos en las listas de candidatos de octubre fue considerado por la Presidenta como un posicionamiento natural de la CGT antes de la negociación final por los lugares. "Es un problema para el PJ, no para la Presidenta", bromeó un ladero.
Randazzo señaló a La Nacion que "está bien que los trabajadores reclamen cargos". Y agregó: "Es razonable. Siempre han tenido un espacio, históricamente, del 33%. No sabemos cuál será ahora. Se verá en la negociación".
Con distancia
Más allá del pedido de Moyano, el proyecto de ley de reparto de ganancias empresariales para los trabajadores no será adoptado como propio por la Casa Rosada, según pudo confirmar a La Nacion una alta fuente oficial. La Presidenta tomará distancia. No estará ni a favor ni en contra. Otra vez, no quiere verse envuelta en conflictos, como cara visible, en tiempos electorales. Pero aprueba el debate parlamentario.
Consultado Randazzo, opinó: "El proyecto hay que discutirlo en el Congreso y nos parece mal que haya planteos de ese tipo: nos parece bien que se discuta. No hay que asustarse". El ministro de Economía, Amado Boudou, minimizó la presión: "No es un reclamo, sino una propuesta de un sector de la política argentina".
El más enfático fue el diputado y abogado de la CGT, autor del proyecto, Héctor Recalde: "El bloque oficialista apoya plenamente el proyecto. Soy muy optimista".
El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, dijo que el acto fue "una gran manifestación y un justo reconocimiento de los trabajadores al esfuerzo de Néstor Kirchner y ahora de Cristina Fernández de Kirchner".
Según fuentes de El Calafate, en efecto, la mandataria celebró que las referencias de Moyano a las medidas del Gobierno fueron loas. Y que anunciara públicamente que asistirá pasado mañana a la Casa Rosada para comenzar el diálogo social con la UIA.
Moyano, con sus palabras, pareció querer congraciarse con el Gobierno para ese diálogo.
REVÉS JUDICIAL PARA EL MOYANISMO
La Corte Suprema de Justicia falló en contra de un pedido de Osvaldo Nieva, el candidato que impulsa Hugo Moyano para desterrar a Armando Cavallieri del Sindicato de Empleados de Comercio. "La Corte suspendió la sentencia. Vamos a llamar a elecciones", dijo Cavallieri.