Lunes, 30 de Diciembre de 2024

El abuso de ibuprofeno y paracetamol eleva riesgos de falla renal y reacciones alérgicas

ChileEl Mercurio, Chile 7 de octubre de 2024

Aunque suelen ser seguros, su consumo excesivo y prolongado puede asociarse a diferentes complicaciones a la salud y visitas a urgencias. Nuevos estudios y la observación clínica así lo confirman.

Suelen estar en el botiquín de todas las casas, en el cajón del velador o en el escritorio, siempre a mano para hacer frente a una molestia o dolor corporal. Sin embargo, el uso de analgésicos como paracetamol e ibuprofeno -que se encuentran entre los medicamentos más vendidos en el país, según datos del Instituto de Salud Pública (ISP)-, puede no ser inocuo.
El consumo excesivo y prolongado de este tipo de fármacos puede acarrear graves problemas de salud, como insuficiencia cardíaca, falla renal aguda o hemorragias digestivas, entre otras complicaciones. De hecho, un reporte de expertos del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de La Princesa, en Madrid (España), advierte que al menos uno de cada diez (12%) ingresos hospitalarios se debe al mal uso y abuso de estas sustancias.
"En muchos países, incluidas algunas regiones de Latinoamérica, se ha observado un aumento de consultas de urgencia relacionadas con el uso inapropiado de paracetamol e ibuprofeno", comenta Javier Enrique Bolaño, médico intensivista de Clínica Indisa.
Los médicos consultados dicen que en Chile también hay casos, aunque no hay estadísticas sobre ellos.
El especialista agrega que aunque no existen datos exactos para todos los países, "la automedicación y el abuso de analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (Aines, como el ibuprofeno) son una causa común de visitas a los servicios de emergencia, principalmente debido a intoxicaciones agudas o complicaciones como daño hepático, renal o gastrointestinal".
Rodrigo Zapata, gastroenterólogo y hepatólogo de Clínica Alemana, precisa que como no requieren prescripción, "su uso es muy frecuente en la población para los dolores y fiebre. Si se usa en forma controlada en general son bastante seguros, pero la automedicación excesiva y recurrente puede producir problemas de salud".
Cada uno de estos productos tiene sus indicaciones de uso precisas, agrega el toxicólogo Fernando Torres, director de la Escuela de Química y Farmacia UNAB. "El paracetamol (acetaminofeno) es un fármaco con propiedades analgésicas (para tratar el dolor) y antipiréticas (combate la fiebre)".
Se utiliza, agrega, para el tratamiento de enfermedades que causan fiebre o dolor, especialmente de leve a moderada intensidad. Por ejemplo: artritis y otras enfermedades reumáticas, dolor de origen traumático, odontológico y posoperatorio. "También se utiliza para el alivio del dolor de cabeza, incluyendo los casos de migraña. El paracetamol se utiliza, a menudo, en los cuadros de gripe o resfriado, sea solo o en combinación con otros fármacos, ya que permite controlar la fiebre y aliviar el dolor corporal".
El ibuprofeno, en tanto, es un fármaco que pertenece a la familia de los Aines, es decir, "es analgésico y antiinflamatorio; además, posee propiedades que le permiten actuar como antipirético (para disminuir la fiebre)", precisa Torres.
Está indicado para tratar el dolor de origen inflamatorio, "como artritis, artrosis, dolor traumático, tendinitis, lumbago, inflamaciones dentales, inflamaciones de partes blandas, dolor menstrual, amigdalitis, faringitis, otitis, dolores de cabeza, entre otros", agrega.
Intoxicación
El problema está en el uso y abuso que se da a estos fármacos, advierten los expertos. En el caso del ibuprofeno, dice Zapata, puede generar "problemas digestivos relevantes (gastritis, úlceras, sangrado digestivo), problemas renales (falla renal), retención de líquidos (edema), aumento de la presión arterial y reacciones alérgicas".
Por su parte, agrega el experto, el paracetamol, "sobre los 4 gramos en un día y dependiendo de la persona, puede asociarse a riesgo de hepatitis grave y falla renal, e incluso puede ser potencialmente letal (hepatitis fulminante). De allí la necesidad de un uso controlado y razonable de los analgésicos y muchas veces indicado por médicos".
La supervisión por parte de un especialista es clave sobre todo en personas que son más vulnerables a potenciales daños por estos fármacos. Bolaño precisa que en este grupo se incluye "a las personas de edad avanzada, niños, pacientes polimedicados y aquellos con patologías crónicas o múltiples comorbilidades".
Los Aines, como el ibuprofeno, deben ser utilizados con precaución en "pacientes con hipertensión arterial, insuficiencia renal, daño hepático, antecedentes de úlceras digestivas y enfermedades de la coagulación", explica Zapata. Para ellos, "existen algunos antiinflamatorios más selectivos y seguros (inhibidores cox-2), que son una nueva clase de antiinflamatorios con menos efectos colaterales".
Este año, un estudio de la U. de Semmelweis (Hungría), publicado en la revista Pharmacology & Therapeutics, mostró que el consumo excesivo de Aines puede causar disbiosis intestinal, un desbalance en la microbiota (microorganismos que habitan a nivel digestivo).
"Sabemos desde hace mucho tiempo que el uso excesivo de estos medicamentos puede alterar el equilibrio de la microbiota intestinal. Ahora estamos buscando los mecanismos subyacentes", dijo Zoltán Zádori, uno de los autores.
Este efecto no es menor considerando que la microbiota intestinal desempeña un papel clave en diversas funciones fisiológicas y metabólicas, incluyendo el sistema inmune.
Con el paracetamol, precisa Torres, la principal contraindicación para su uso "es la historia previa de reacción alérgica, pacientes que padecen daño hepático y renal. Se debe administrar con precaución en quienes utilizan otros medicamentos, como carbamazepina, fenobarbital, fenitoína, isoniazida y rifampicina, por riesgos de potenciar el efecto tóxico hepático del paracetamol".
Un fenómeno que no es infrecuente, advierte el toxicólogo, es el consumo de dosis excesivas de paracetamol, lo que puede causar insuficiencia renal aguda. "Algunos pacientes consumen inadvertidamente dosis superiores a las permitidas. Esto ocurre, principalmente, cuando el paciente ya está tomando paracetamol para un cuadro de gripe y decide tomar también un antigripal sin darse cuenta que el mismo contiene paracetamol en su fórmula".
DosisAunque tanto el paracetamol como el ibuprofeno suelen ser usados para objetivos similares (tratar un dolor), una diferencia entre ambos es que el segundo tiene un efecto antiinflamatorio. Los expertos enfatizan que nunca se deben tomar con el estómago vacío, ya que pueden irritar la zona y elevar el riesgo de úlceras o hemorragias.
En adultos, el paracetamol puede consumirse en dosis de una o dos pastillas de hasta 500 mg, hasta cuatro veces en un día.
El ibuprofeno, en dosis de 400 o 600 mg, puede consumirse en tres momentos al día.
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