El Comercio, Perú
21 de octubre de 2024
Estrategias. La verdadera cantidad de afectados por este delito sigue siendo incierta, pues muchas personas no llegan a presentar su denuncia por miedo a represalias.
Por hernán medrano marÍn
La ola de extorsiones en el país viene alcanzando niveles alarmantes. Según el Observatorio de Seguridad Ciudadana del Mininter, el número de denuncias por extorsión en el país se incrementó de 4.510 en el 2021 a 22.162 en el 2023. En lo que va del 2024 (de enero a setiembre), se han registrado 13.372 denuncias y todo apunta a que superará las cifras de años anteriores. Sin embargo, la verdadera magnitud de las víctimas de extorsión sigue siendo incierta, pues muchas personas no llegan a presentar su denuncia por miedo a represalias.
El Gobierno lanzó la central 111 de la policía para denunciar extorsiones y recibir protección inmediata. No obstante, este servicio ha recibido muchas críticas, pues varias personas señalan que, pese a llamar insistentemente, nadie responde, y cuando alguien contesta, solo atina a decirle que vaya a la comisaría a presentar su denuncia. Para Frank Casas, experto en seguridad y criminalidad organizada, es fundamental el promocionar la denuncia. Para ello, se tiene que garantizar al ciudadano poder ejecutarla sin necesidad de desplazarse a una comisaría o una unidad especializada. Asimismo, opina que debe haber un acompañamiento y una vigilancia perenne no solo a la víctima de extorsión, sino a toda su familia. Sin embargo, resaltó que puede haber un gran número de afectados, por lo tanto, puede ser que el personal policial y el sistema de justicia en general sea insuficiente.
Por su parte, Francisco Macedo, abogado experto en integridad y derechos humanos, destacó que lo primero que habría que hacer en el país es ampliar la protección a la etapa prejudicial, desde que se hace la denuncia. Para ello, se tiene que reforzar los canales de comunicación existentes y asegurar el anonimato. Consideró que los mecanismos de denuncia anónima no están suficientemente fortalecidos en el Perú.
El experto detalló, por ejemplo, que en EE.UU. incluso se contempla la reubicación permanente para casos graves, algo que en el Perú solo se realiza de manera temporal.
Agregó que se necesita urgente otorgar mayor presupuesto a la Unidad de Protección y Asistencia a Víctimas y Testigos porque al parecer presenta problemas severos que le impide tener mayor alcance, sobre todo en zonas rurales. Respecto de la importancia de hacer una denuncia, Casas explicó que la información recogida en esta es esencial para fines estratégicos. Sirve para poder mapear cuáles son las zonas de más alto riesgo en materia de extorsiones. Si nadie denuncia, parecería como si no existiera el delito, es así en términos formales para el Estado.
