El efecto político de las elecciones sobre las reformas económicas que negocia el Gobierno

Indirectamente, el resultado de las elecciones municipales y de gobernadores regionales que se realizarán este fin de semana podría determinar el rumbo de las reformas económicas del Gobierno que están pendientes. Si bien los cargos que se definen no cambian la representación legislativa, en el Congreso miran con atención lo que dirá la configuración del nuevo mapa político sobre las preferencias ciudadanas, en un contexto donde no se han logrado puntos de encuentro claros sobre las dos mayores reformas económicas pendientes en la agenda del Ejecutivo: la de pensiones y la que modifica el impuesto a la renta.
Una de las hipótesis que hay en el oficialismo es que, en una oposición que ya está dividida entre sectores de centroderecha y de derecha, un triunfo de los republicanos tendría repercusiones en cómo los parlamentarios de Chile Vamos negociarán ahora con La Moneda. Por ejemplo, si el P. Republicano vence en listas de concejales, podría anticipar un buen rendimiento electoral en las parlamentarias de 2025, lo que "presionaría" a los legisladores de la UDI y RN a endurecer su discurso y, eventualmente, alejarse de acuerdos.
Bases de apoyo
En Chile Vamos, el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, ve con especial interés la definición de nuevas alcaldías como una plataforma para la próxima elección presidencial. Espera un resultado "mejor que el de hace cuatro años". En 2021, la última elección dejó a una mayoría de alcaldes independientes como ganadores, y a la coalición de centroderecha le significó perder municipios clave, como los de Santiago, Maipú, Viña del Mar y Ñuñoa.
En esta ocasión, Ramírez define lo que se juega en materia de reformas de la siguiente manera: "Una derrota del Gobierno este fin de semana puede ayudar a que el Presidente entienda que tiene que introducir reformas a algunas instituciones, como en materia de pensiones, respetando el ahorro de los trabajadores, o reformas políticas que permitan llegar a acuerdos".
Algo similar sostiene el diputado del Partido Republicano Agustín Romero. Cree que el Gobierno ha ido perdiendo progresivamente su base de apoyo, y eso puede tener un punto cúlmine el fin de semana. "Son reformas que no gozan de ningún tipo de popularidad (...). Tiene que reformular su agenda y, especialmente, si es que las elecciones del domingo cambian las mayorías políticas que representan a la gente".
Con todo, aunque la discusión previsional todavía tiene sus principales nudos sin resolver, la conversación avanza y hay consensos limitados en algunos aspectos. Sin embargo, en todo el espectro opositor se ve con mucha mayor dificultad la discusión tributaria. "Chile tiene uno de los niveles de impuestos más altos del mundo a las empresas, y eso está perjudicando la inversión (...). Si el Gobierno quiere hacer una reforma tributaria, nosotros encantados de discutirla, en la medida en que sea para bajar impuestos", sostiene Ramírez.
La presidenta de Evópoli, Gloria Hutt, añade otro elemento de análisis para las dos reformas. Cree que la discusión puede perder fuerza no solo por la configuración política, sino que también por desinterés ciudadano. "En esta campaña he recorrido 14 regiones, 54 comunas, y no hay ninguna en que la seguridad no sea el tema principal (...). Las discusiones estructurales de reformas como pensiones están muy presentes también, particularmente en los grupos de adultos mayores, pero para cualquier discusión se necesita un mínimo de seguridad para desplegar la vida normal. Eso la gente no lo está logrando", asevera.
"Buenos acuerdos"
Respecto de la presión que podría ejercer un avance del sector republicano a Chile Vamos, Hutt considera que existe una separación cada vez más nítida entre el camino de ambos sectores. "Nosotros hemos tenido nuestra postura bien clara y hemos sido consistentes con eso. Así que no, uno no cambia de postura por una cosa como esa. Cada vez está más claro, además, cuál es el público, los votantes del Partido Republicano; ellos trabajan con su nicho muy delimitado, y tampoco han tenido interés en hacer trabajo conjunto con Chile Vamos".
En el oficialismo, sin embargo, la mirada es distinta. El diputado Andrés Giordano (Frente Amplio) sostiene que "Chile Vamos se ha transformado en el vagón de cola de republicanos, independientemente de los procesos electorales que ha habido, y difícil sería pensar en una conducta más obstruccionista que la que hemos visto los últimos dos años y medio". De todas maneras, dice, espera que poselecciones exista un clima menos polarizado que favorezca el debate, y que "Chile Vamos se dé cuenta de que hoy día existen demandas que son urgentes, que no se han resuelto, precisamente, por el nivel de tozudez que han tenido como oposición".
Romero no habla de "endurecer" posturas, pero sí cree que las elecciones pueden llevar a los sectores de oposición, en general, a estar más alineados. "Nosotros debemos tener la disposición de negociar las cosas que sean buenas para el país (...). Hemos tenido que ver cómo, de repente, desde nuestros propios conglomerados relacionados, con quienes tenemos más afinidad política, creen que llegar a acuerdos con el Gobierno es lo positivo, siempre, y no es así".
PensionesEl compromiso del Senado es despachar esta reforma en enero del 2025.