¿Conviene más clasificar a la fase previa de la Libertadores o de la Sudamericana?

D esde que se instaló el nuevo formato de Copa Libertadores, con tres fases preliminares y con equipos derivados a la Copa Sudamericana, 16 elencos chilenos ingresaron en la segunda ronda. Ocho de ellos avanzaron al menos una fase (tres de ellos llegaron a la etapa de grupos), mientras que la otra mitad se despidió en el estreno.
Y si bien hubo tres equipos que no llegaron a la Copa Sudamericana por el formato de entonces, que solo premiaba a dos eliminados de la tercera etapa (Unión Española en 2017, Wanderers al año siguiente y Palestino en 2020), con el sistema actual, el porcentaje de opciones de llegar a la fase de grupos en cualquiera de los dos torneos alcanza el 50%.
Con ese dato, igual vale hacer la pregunta: ¿es mejor clasificar a la fase previa de la Libertadores como Chile 3 o Chile 4 en lugar de apostar derechamente a la Sudamericana, para cuya fase de grupos basta con ganar un solo partido y a un rival del mismo país, teóricamente más accesible que uno foráneo?
"Dependerá del plan que tenga cada equipo y de cuál sea su modelo de gestión. Nosotros, por ejemplo, tenemos como objetivo clasificar a copas internacionales y conformamos nuestro plantel con eso en mente", expone Jorge Uauy, timonel de Palestino, cuadro que clasificó a tres Libertadores en los últimos seis años.
"Todos quieren estar en la Copa Libertadores, te encuentras con equipos más competitivos y el esfuerzo tiene que ser mayor. Sin duda, parece más fácil entrar a la fase de grupos de la Sudamericana, pero también las diferencias en premios son enormes en favor de la Libertadores. Si te quedas fuera en la primera ronda de la Sudamericana, no ganas mucho", añade el timonel árabe.
Un dato, eso sí. Como el sorteo de las fases previas de la Libertadores se diseña con bombos por ranking Conmebol, un equipo con buenos resultados en los últimos torneos -como la UC o el mismo Palestino- podría tener un rival más accesible que un cuadro de menor pedigrí reciente.
"Sabemos lo que significa la Copa Libertadores y queremos clasificar, pero es valioso de todas formas clasificar a un torneo internacional. Es cierto que parece más factible entrar a la fase de grupos en la Sudamericana, pero en un partido puede pasar cualquier cosa. Lo importante es poder clasificar", admite Javier di Gregorio, gerente técnico de Deportes Iquique, cuadro que pelea por el "Chile 3" en el torneo mayor.
"Habrá que ver si podemos clasificar y a cuál torneo, pero el que sea representa un escenario súper importante para nosotros", sentencia el exarquero.
En el aspecto económico, la diferencia es brutal. Tres millones de dólares ganaron los equipos solo por competir en la fase de grupos de la Copa Libertadores este año, más un bono por cada partido ganado. En la Sudamericana, son 300 mil dólares por lance de local, para totalizar US$ 900 mil.
Las distancias se mantienen también en las rondas preliminares. El partido por la segunda ronda del torneo tradicional reparte medio millón de dólares y, en caso de avanzar, caen US$ 600 mil más, mientras que el duelo entre equipos del mismo país por la Sudamericana entrega 225 o 250 mil dólares, dependiendo de la localía.
"Es una suma importante, y sin duda influirá en la conformación del plantel, pero en Iquique no solo invertimos nuestro presupuesto en el primer equipo, sino también en el fútbol formativo, en el fútbol femenino. Siempre planteamos como objetivo mantener la categoría, y clasificar a copas internacionales iba a ser la consecuencia del buen trabajo", admite Di Gregorio.
"Lo clave es tener claro que si clasificas a una copa, tienes que formar un plantel competitivo, aunque puedes formar uno potente; y si no pasas la primera ronda, te quedas todo el año con una planilla elevada; pero también puede pasar que el equipo que forma un equipo digno para el torneo local termina entre los siete primeros y después lo pasa mal en copas internacionales y en el torneo local", expone Uauy.
Por ahora, la carrera por los cupos está en marcha.
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millones de dólares reciben los equipos que llegan a la fase de grupos de la Libertadores, un premio muy superior al de la Sudamericana,