Colo Colo no logra remontar, dice adiós a la Copa Chile y prepara el asalto al torneo nacional
El equipo de Jorge Almirón fue amplio dominador, aunque le costó generar ocasiones de peligro y, como consecuencia, no logró perforar el cerrojo de Magallanes. Fue empate sin goles, resultado que deja a la "Academia" en la semifinal gracias al 3-0 de la ida. El rival en esa instancia será Ñublense, que ayer eliminó a Puerto Montt. Los albos ahora van con todo por la corona del campeonato local.
No hubo drama, sí pena. No hubo lágrimas, sí rostros de amargura. En un Monumental casi colmado, Colo Colo fue por la remontada, pero murió en el intento.
Sin embargo, el fútbol da revanchas y el Cacique tiene una en pocos días: Iquique y la posibilidad cierta de levantar su estrella 34. Eso, si gana y Universidad de Chile deja unidades en su desplazamiento al Nelson Oyarzún de Chillán. Por eso es que las 30 mil personas que llegaron a Pedrero se fueron cantando: "Vamos, vamos, vamos, Colo Colo; vamos, vamos, vamos a ganar, que el domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar...".
Una despedida que, en algo, mitigó la frustración alba de decir adiós a uno de los objetivos que Blanco y Negro (ByN) se trazó a comienzos de año: ganar la Copa Chile.
Después del 3-0 que Magallanes conquistó en la ida, con un implacable Joaquín Larrivey, Colo Colo necesitaba mucho más que una buena tarde para dar vuelta la serie.
Necesitaba de una hazaña.
Pero el equipo de Jorge Almirón no estuvo fino. Le faltó claridad en los metros finales, porque sus jugadores no estuvieron especialmente certeros y porque la zaga rival no se equivocó nunca. De hecho, el meta Mathias Bernatene no necesitó de grandes atajadas y estuvo lejos de convertirse en el mejor del campo. Su mejor faceta fue atrapar la lluvia de centros que cayó sobre sus dominios.
Colo Colo quemó todas las naves. Por ímpetu y ganas no se quedó. Presionó, tuvo el dominio, pero tipos que en partidos anteriores clarificaban el panorama (Marcos Bolados, el principal) esta vez no repitieron la fórmula. Cristián Zavala ingresó prendido, pero poco a poco se fue diluyendo; Guillermo Paiva se las ingenió con más guapeza que claridad y terminó corriendo la misma suerte. Matías Moya tuvo el gol, aunque disparó desviado.
La expulsión de Nicolás Mancilla, promediando el segundo tiempo, le proponía una positiva instancia al Cacique, pero Arturo Vidal se enredó en una pelea particular y también recibió la roja de Diego Flores. "El guardalínea se sabe mi nombre nomás... No quiero pelearme con los árbitros, pero ya está", expresó el dos veces campeón de América con mucha molestia.
De contrataque, el cuadro de Ronald Fuentes pudo estirar todavía más las distancias, pero tampoco fue capaz de cerrar alguna insinuación. Y cuando lo hizo, obra de Danilo Catalán, el cuarto árbitro Víctor Abarzúa denunció una mano previa que obligó a anular la que era la apertura de la cuenta.
Pasó el mejor. Magallanes se medirá ante Ñublense, que por penales borró al sorprendente Puerto Montt (fue 1-1 en Chillán, con el local ganando en penales 4-2), buscando un cupo en la final del torneo. Colo Colo cambia inmediatamente el foco: Iquique y la opción de celebrar un nuevo título, ahora a costa del archirrival. Un menú imperdible.