‘Cambios tributarios irían con o sin la ley de financiamiento’

La ley de financiamiento será uno de los temas centrales de la agenda fiscal para el cierre del 2024 e inicio del 2025, puesto que ya hay posibilidades de que se deba recortar el gasto público del otro año, para que se cumpla la regla fiscal. Con los ponentes designados y la posibilidad de que el trámite comience la próxima semana, las apuestas por el futuro de la iniciativa del Gobierno están divididas, ya que por un lado se dice que no pasará por los ánimos que hay entre el Ejecutivo y el Legislativo, mientras que en Casa de Nariño se mantienen optimistas. Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda dijo que la búsqueda de recursos es prioridad, por lo que no desistirán, sea que se apruebe la ley de financiamiento este año o no. Esto pues la caja del Estado no pasa por un buen momento por la caída del recaudo tributario. "Los ponentes fueron presentados la semana pasada y se está programando una reunión para poner en marcha el proyecto", arrancó contando el ministro, quien dijo que volverán a presentar la reforma tributaria en caso de que se caiga, pues "hay que financiar el presupuesto". Enfatizó en que esta es una propuesta fiscalmente sostenible y que no pone en riesgo las finanzas del Estado, ya que se vale de las herramientas que da la ley para generar recursos, razón por la cual invitó al Congreso en su momento a que se debata a conciencia. "El proyecto tiene 37 artículos y se divide en tres títulos, que hacen parte de lo formal en esta estructura, relacionados con la reactivación, cambio climático y el fortalecimiento de la fiscalización, que son medidas operativas de la Dian", dijo en la radicación. Fuentes del Congreso aseguran que el próximo lunes se realizaría la primera audiencia pública para escuchar a los gremios, expertos y académicos; sobre la conveniencia o no de sacar adelante este proyecto, con el fin de determinar sus alcances y efectos, tanto en el aparato productivo, como en la economía general. Recortes El Ministerio de Hacienda aprovechó para referirse a la situación presupuestal del país este año y confirmó que las partidas suspendidas en mayo serán ratificadas como recorte, aunque por una partida mayor a los $20 billones que se pensaron inicialmente, ya que el recaudo tributario sigue de capa caída; especialmente en los renglones relacionados con el impuesto de renta. "El recorte pasa de $20 billones a $33 billones, aunque esta última es una cifra que estamos terminando de ajustar, y se origina en que no se cumplieron las metas de recaudo de la Dian y esencialmente en el hecho de que en el impuesto a renta se dejaron de recaudar un poco más de $20 billones. Estamos en el proceso de consolidación de las cifras finales de recaudo lo que finalmente no se pueda ejecutar", explicaron. Ahora bien, en lo concerniente a las cuentas del año entrante y lo que podría pasar si no se avala la ley de financiamiento, desde el Ministerio de Hacienda se dejó claro que ya hay un plan de reacción en caso de que esto suceda, el cual pasaría por un nuevo recorte a los gastos de la Nación, como se ha recomendado. "Nosotros tenemos que decretar el presupuesto y se decreta lo que quedó radicado. El 2 de enero sabremos si esas cuentas están financiadas o no. Si no está financiado el 2 de enero tengo que hacer un decreto de suspensión de presupuesto en la parte que no esté financiado. Es decir, que si no se tramita la ley de financiamiento, la suspensión inicial será por los $12 billones que buscamos", dijo Ricardo Bonilla. Este funcionario aprovechó para enviar un mensaje a quienes "están divulgando noticias falsas" sobre el proyecto, a quienes dejó claro que "no se están tocando las cesantías de los colombianos. ¡Para nada! Lo único que se está pidiendo en la ley de financiamiento es que el Fondo Nacional del Ahorro pueda descargar créditos para mejoramiento de vivienda". Con esto, la expectativa se centra ahora en si el 2 de enero se debe hacer un nuevo recorte presupuestal, en caso de una eventual caída de la ley de financiamiento, aunque se mostraron tranquilos sobre las expectativas de recaudo tributario para 2025, ya que sostienen que no creen que se repitan los descalabros actuales. Estas palabras del ministro Ricardo Bonilla, no cayeron muy bien en el Congreso, donde los encargados de surtir el trámite de la reforma señalaron que el camino no es con amenazas, sino mostrándole al país las verdaderas intenciones detrás de la iniciativa, que apenas empezará a discutirse.