Deportes, recreación, abrazos y risas protagonizaron este encuentro al aire libre que realza valores como amistad, solidaridad y búsqueda de trascendencia.
Este año, la comunidad educativa del Colegio y Liceo Santa Rita eligió celebrar su tradicional Día de la Familia con el lema "Pintamos nuestra historia en comunidad". El resultado: coloridos bastidores dispersos por todo el predio del campo de deportes del colegio, pinturas, pinceles, inflables, puestos con juegos y desafíos inspiradores, y especialmente personas de todas las edades disfrutando de forma distendida de la pedagogía del encuentro.
Este evento anual tiene larga data en la institución y es junto a los festejos de San Agustín y Santa Rita uno de los más importantes para la institución porque reúne a toda la comunidad educativa, señaló la directora general, Claudia Cabrera. "Alumnos, hermanos, mamás, papás, abuelos, tías, tíos, padrinos, madrinas, maestros, profesores, catequistas, adscriptos, tutores, psicólogas, funcionarios de servicio, mantenimiento, recepción, administración y directivos se juntan con un propósito: compartir y disfrutar juntos", expresó. Este Día de la Familia contó con dos innovaciones. En primer lugar, se utilizaron materiales respetuosos con el ambiente; por ejemplo, vasos ecológicos diseñados para el evento. El fin, sostuvo Cabrera, es "como dice el Papa Francisco, cuidar la casa común".
En segundo lugar, los alumnos de 9º de Educación Básica Integral y 1º de Educación Media Superior participaron activamente en la jornada proporcionando alimentos caseros con el objetivo de financiar los proyectos que ellos mismos realizaron en la asignatura Global Perspectives.
"Este encuentro parte de la base de que es en comunidad donde nos formamos y que es en el encuentro comunitario donde la misión de la institución cobra sentido", afirmó el director institucional, Fray João Marcos Pontes Borba (OSA).
Formación en valores
El Colegio y Liceo Santa Rita forma parte de la Orden de los Agustinos, cuya misión es "constituir una comunidad de corazones inquietos por aprender y buscar una verdad trascendente", mencionó Pontes Borba. En este sentido, se propone "brindar excelencia académica y formación integral sostenida por valores sólidos". Todo esto expresó es posible en un clima de responsabilidad y respeto, pero también de cercanía, encuentro y alegría.
El coordinador de Pastoral, José Pablo Cardozo, añadió: "El lema de la jornada 'Pintamos nuestra historia en comunidad' invita a seguir creando y recreando juntos nuestra identidad de colegio católico agustino, identidad de continuos buscadores y constructores de nuestra realidad con el Evangelio como testimonio".
La institución busca educar en clave pastoral, lo que significa que "la formación académica se entrelaza con la formación integral de la persona", explicó Cardozo. Esto implica que la propuesta es "armoniosa y coherente en valores que hacen a nuestra identidad y abarcan distintas dimensiones del ser humano: corporal, espiritual, social, intelectual, emocional e histórica".
"Por ejemplo, esto se traduce en algo tan simple como la conciencia de que todos educamos: la familia, los docentes, los funcionarios de portería, de recepción, de servicio, de mantenimiento. Trabajamos para que todos los agentes formativos estén comprometidos con la identidad de nuestro colegio agustino", agregó la directora Cabrera.
Los valores se aprenden practicándolos y el Día de la Familia es una ocasión para crecer como comunidad educativa y poner de manifiesto virtudes como la amistad, la comunidad, la solidaridad y la búsqueda de trascendencia. Cabrera destacó que la institución enseña valores a partir de experiencias concretas de los alumnos, con sus luces y sombras, conversando, reflexionando y compartiendo lo aprendido.
"Enseñamos valores educando para la vida, desde la vida, con toda su carga de relaciones, emociones y encuentros. Enseñamos valores ayudando y acompañando a cada persona a desarrollar un sentido y propósito vital, un proyecto de vida trascendente", expresó.
Cada día, el Colegio y Liceo Santa Rita reafirma la relevancia de formar parte activamente de una comunidad y, sobre todo, de la capacidad de trascender el interés propio, "poniendo a Dios y al prójimo en el centro".
"Esto redunda en bienestar para toda la comunidad, pero también tendrá como corolario nuestra plenitud personal", finalizó Cabrera.