El candidato de la coalición de gobierno envió señales a los indecisos y confió en que ganará porque lo votarán los beneficiados por la LUC y por otras medidas de la actual gestión de Lacalle Pou.
El cierre de campaña de Álvaro Delgado llegó con toda su dirigencia convencida del triunfo el próximo domingo 24 de noviembre. Esto más allá de lo que marcan las encuestas, que indican una ventaja para Yamandú Orsi, aunque por pocos puntos y dentro del margen de error. El buen ánimo que da tener esa confianza está extendido en toda la coalición, que en el acto que se hizo en la tardecita de este miércoles en el Obelisco se reunió en pleno para pedir un último esfuerzo a los militantes en estos cuatro días finales.
Los mensajes de todos los referentes de esta alianza política Eduardo Lust (Partido Constitucional y Ambientalista), Pablo Mieres (Partido Independiente), Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) y Andrés Ojeda (Partido Colorado), quienes hablaron en este orden se dirigieron explícitamente a la porción relevante de indecisos, responsables del escenario reñido y abierto, los que en el Partido Nacional están seguros que se terminarán volcando casi en su totalidad por Delgado.
Pero como eso nadie lo puede asegurar a ciencia cierta, Manini Ríos advirtió a los que piensan anular o sufragar en blanco que no existe el voto "neutro", y que si siguen ese camino van a favorecer al que "va adelante", es decir a Orsi; Lust habló de que la "comparación" entre ambos proyectos es necesaria y que se dedicará a insistir en eso en estos días finales; Mieres afirmó que el país de hoy es "mejor" que el de hace cinco años; y Ojeda destacó el reciente spot electoral que realizó junto a Delgado, un contenido que calificó como "histórico", ya que reunió, por primera vez y en un mismo plano, a un colorado y un blanco.
Luego fue el turno de Delgado. Dio un discurso de 31 minutos en el que hizo un resumen de la campaña desde su lanzamiento el 16 de marzo; y en el que fue enfático en la necesidad de acordar con la actual oposición, tras los resultados que arrojó la primera vuelta, pero al mismo tiempo fue muy crítico con ella.
Una de las primeras señales que envió luego de defender el uso del apelativo "gurí", algo que le criticó Blanca Rodríguez tras el debate presidencial del domingo pasado fue dirigida a los votantes que eligieron un partido de la coalición, pero que eventualmente puedan preferir a Orsi en la segunda vuelta.
"No hay un militante" coalicionista, dijo enérgico Delgado, que pueda tomar esa decisión. "No hay un colorado en todo el país que el domingo no esté comprometido con la coalición de gobierno", subrayó haciendo énfasis en el partido que, tal como fue analizado por su equipo y tal como han marcado algunos sondeos, puede tener una mayor tendencia a la fuga de votantes hacia la fórmula de Yamandú Orsi y Carolina Cosse.
Acto final de Álvaro Delgado
El escenario sin acuerdos y la confianza para el domingo
La falta de mayoría parlamentaria 14 senadores y 49 diputados fue lo que obtuvo el actual oficialismo obligan a Delgado, en caso de ganar este domingo, a iniciar un camino de negociación con el FA. Horas después de la primera vuelta, el exsecretario de la Presidencia comenzó a presentarse como un próximo "presidente de acuerdos", y en esta última semana dio un paso más y declaró que, en una eventual administración suya, ofrecería al FA que sea parte del gabinete. También convocaría a Orsi el próximo lunes, ya que contar con él en su gestión según dijo en una entrevista con El País tendría un valor "per se".
Al mismo tiempo ha sostenido que, en caso de no lograr llegar a buen puerto en las negociaciones con la oposición, y no poder, por ejemplo, votar un nuevo Presupuesto, regirá el mismo que en este gobierno ajustado por IPC. "Nosotros tenemos claro lo que hay que hacer reafirmó anoche. Buscar, más que mayorías, acuerdos. Pero si en el FA no hay voluntad de cambiar el chip de la confrontación por la cooperación, uruguayos, quédense tranquilos que vamos a gobernar igual. Tranquilidad aquí comenzaron los aplausos. Vamos a gobernar igual. No vamos a permitir que nos tranquen el Uruguay".
Como si buscara responder a algunas dudas que hoy tienen algunos dirigentes blancos, aquellos que no comparten 100% que sea lo correcto enviar estos mensajes tan directos en cuanto a una convocatoria al FA en caso de ganar, Delgado advirtió que los acuerdos que buscaría con la oposición no se alcanzarán a cambio de cualquier cosa: "Tampoco vamos a negociar al punto de no reconocernos a nosotros mismos".
El optimismo que buscó demostrar el candidato en el tramo final de su discurso se recostó en dos elementos: en la madurez que entiende tiene hoy la coalición en comparación a 2019, cuando "hubo que empujar" para que naciera, mientras ahora es la gente la que está "empujando" la alianza; y en el plus que, a su entender, puede generar en aquellos que dudan de su voto el beneficio directo de algunas de las medidas o reformas impulsadas por Lacalle Pou en este período.
"¿Saben quiénes nos van a elegir? Una cantidad de parejas que pudieron adoptar mucho más rápido gracias a la LUC dijo y comenzó entonces una enumeración. Nos van a elegir los que pueden transitar entre la Charqueada y Cebollatí por un puente que hace 40 años estabas esperando. Nos van a elegir los que tienen que ir por Ruta 6 y demoran dos horas menos que lo que demoraran antes. Esos nos van a elegir".
Los ejemplos siguieron. Habló de los jubilados que hoy pueden seguir trabajando gracias a la reforma previsional, a los beneficiados por el crecimiento del empleo o por otros cambios introducidos por la LUC; incluso apeló a los tiempos de las pandemias, al recordar "los feriantes" que pudieron trabajar sin que fueran encerrados.
El acto terminó con fuegos artificiales de bajo estruendo, y con Delgado, como ha hecho en esta campaña, sosteniendo la bandera de Uruguay, y abrazado a su esposa Leticia Lateulade y su compañera de fórmula, Valeria Ripoll.